La feligresía católica se mantuvo en constante oración por la salud de Mejía, por lo que la confirmación del deceso generó decenas de mensajes de pesar y consternación a través de las redes sociales.
“Lamentamos mucho su partida, pero al mismo tiempo nos llena de gozo porque los cristianos celebramos la vida y el Señor decidió llevarse al padre Rudi y nos alegramos por el don de su vida, sus aportes, su ciencia y su sabiduría y, sobre todo, de haber vivido su presbiterado entregado en una obediencia y respeto hacia la Iglesia”, aseveró el obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, Darwin Andino, durante una misa ofrecida en honor al presbítero.
“Siempre fue un buen sacerdote y compartimos mucho en el obispado y nos embarga la tristeza, pero bendigo a Dios por su vida y sé con certeza que el Señor recompensará todos sus sacrificios y el trabajo que hizo en la viña del Señor”, reiteró el obispo
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Virus afectó a su familia
El letal virus que no da tregua a los hondureños también afectó a otros miembros de la familia del sacerdote Mejía. El pasado 11 de febrero María Jesús Lara Regalado-su madre- murió debido a las complicaciones derivadas del covid-19.Asimismo se informó que una de las hermanas de sacerdote está convaleciente en el hospital. También se contagió del virus.
Mejía proviene de una familia católica. Su hermano fue el fallecido sacerdote Fray Roel Mejía, quien también fungió como catedrático de la asignatura Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Católica. Además su hermana se conviritió en una religiosa.
