La amada del comunicador hondureño y sus hijos Alejando y Pablo se despidieron entre lágrimas del cuerpo de su padre, a quien no veían desde hace nueve días cuando ingresó a un centro hospitalario tras presentar problemas respiratorios producto del mortal virus.
Su hijo Alejando se agachó cerca del féretro de Pablo y se despidió, mientras que su esposa elevó una plegaria a Dios por el eterno descanso del amor de su vida.
En el momento que el ataúd estaba siendo ingresado a un nicho fúnebre, Carolina le gritó 'adiós mi amor'.
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'Te lo llevaste Padre, te lo llevaste Señor, Padre Santo, Diosito lindo', gritó su esposa desde lejos, quien era consolada por sus dos hijos.
La madre del comunicador, quien también sollozaba, estuvo presente en el entierro, pero mantuvo la distancia establecida en los protocolos para evitar un contagio por el coronavirus.
La progenitora aseguró que Pablo fue un 'buen padre, buen esposo y buen hijo'.
Tras el último adiós de Pablo, su esposa entró al vehículo y se deshizo en llanto, asegurando que este era el momento que más temía.
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'Yo no pensé que esto iba a pasar... ¿por qué? Yo tuve esa angustia Señor, desde el 12 de junio', exclamaba mientras Eduardo Maldonado intentaba consolarla.
