Los gurús hondureños y Kiyosaki

Camuflados como ‘analistas’ son agresivos y mentirosos; sólo responden a los intereses de sus financistas y prefieren su propia matemática creativa”

  • 29 de agosto de 2025 a las 00:00

Hace algunos años me regalaron el libro “Padre rico, padre pobre” ¡dos veces! Estaba de moda Robert Kiyosaki vendiendo humo con su desmentida “enseñanza” de finanzas personales y negocios para hacerse millonario. Acostumbrado a otras lecturas, la curiosidad me llevó a leer las primeras páginas, que tuve que abandonar porque ya se notaba algo raro.

Pronto quedó demostrado que el único que se haría millonario sería el propio Kiyosaki con la venta de libros, conferencias y la rentas de su franquicia para que otros dieran costosos cursos en su nombre. Con él surgió en las redes un cardumen de falsos economistas y financistas ofreciendo, sin esfuerzo, grandiosas riquezas como en la fiebre del oro.

Este improbable héroe del dinero fácil, falsos datos y manipulación de la información financiera me remite inevitablemente a una legión de economistas hondureños que se autoproclaman “independientes”, pero con innegable parecido a graduados con honores en la escuela Kiyosaki para tergiversar cifras, amañar estadísticas y difundir un terrible apocalipsis financiero en nuestro país.

Sin esfuerzo recordé que muchos de estos “gurús económicos” fueron enormes beneficiarios y privilegiados en gobiernos nacionalistas recién pasados, y ahora interpretan la realidad hondureña a través de un prisma empañado. Por eso, cualquier cifra positiva actual la condenan como un error, un maquillaje o -cómicamente- una conspiración comunista.

Estos sesgados augures desoyen al FMI, el BID, la Cepal y el Banco Mundial que en sendos informes reconocen la estabilidad macroeconómica y los avances del país, y camuflados como “analistas” son agresivos y mentirosos; sólo responden a los intereses de sus financistas y prefieren su propia matemática creativa.

¿Que el crecimiento económico de Honduras fue de 4% anual? Ellos desbaratan esto con que, en realidad, se trata de una contracción del 2%. ¿Que los indicadores reflejan una bajada de la inflación? ¡Mentira!, gritan enfurecidos, y dicen que es un espejismo estadístico. ¿Que se está pagando puntual la enorme deuda que dejaron? ¡Falso!, arremeten descosidos. Es obvio que su afán no es informar u orientar, sino mantener una corrosiva narrativa de crisis. Se asemeja a la colosal estructura falsaria de Kiyosaki, convencido de que el miedo vende.

Yanis Varoufakis, exviceministro de Finanzas de Grecia y uno de los más respetados economistas del mundo, abomina de estos individuos que no sólo mienten descarados, también exhiben una ridícula actitud de superioridad con términos complicados y modelos matemáticos, más para impresionar que para explicar; algunos hasta creen que su disciplina está por encima de las demás.

Es fácil identificarlos: como simples voceros de oposición abruman en la tele, en la radio, en los diarios y agobian en redes sociales; hablan como si supieran -al mejor estilo Kiyosaki- y creen que los demás somos tontos

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias