París, Francia.- Cuatro ladrones, que en siete minutos sustrajeron joyas de la corona francesa de la Galería Apolo del Museo del Louvre, en Francia, perdieron en la huida uno de los mayores tesoros con un alto valor histórico y patrimonial: la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo.
Durante el asalto del domingo 19 de octubre, los ladrones se llevaron ocho joyas que, según la Fiscalía, están valoradas en 88 millones de euros.
En el atraco se llevaron piezas de la colección napoleónica: un collar, un broche, una tiara, entre ellas la corona de Eugenia, un juego de zafiros de la reina María Amelia, el collar y pendientes de esmeralda de la emperatriz María Luisa y un broche relicario de 97 diamantes.
Sin embargo, mientras escapaban, perdieron la corona, que perteneció a la esposa española del emperador Napoleón III (1852-1870), y que resultó dañada.
Hasta el momento se desconoce qué tan grave es el daño de la corona, que se encuentra en manos de las autoridades del Louvre.
¿Cómo es la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo?
Este diseño único es típica de las representaciones de las coronas imperiales. Está diseñada por ocho arcos en forma de águila que fueron realizados en oro cincelado, y los demás forman palmetas hechas de diamantes, con un gran diamante en el centro.
Cada palmeta está flanqueada por dos esmeraldas. Los arcos se unen bajo un globo de diamantes, adornado con un círculo y un semicírculo compuestos por treinta y dos esmeraldas, y rematado por una cruz formada por seis brillantes. En total: 1,354 diamantes, 1,136 rosas (pequeños diamantes) y 56 esmeraldas.
Alexandre-Gabriel Lemonnier (hacia 1808-1884) fue encargado de crear la corona que revela el esplendor del Segundo Imperio y la virtuosidad de los joyeros de la época, según indica la página del Museo Louvre.
Además, destaca que fue creada para la emperatriz Eugenia con motivo de la Exposición Universal de 1855; restituida a la emperatriz en el exilio en 1875; legada por ella a la princesa María Clotilde Napoleón, condesa de Witt; adquirida con la participación de Roberto Polo en 1988.
La recuperación de la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo devuelve al museo un pedazo de historia viva de la Francia imperial.
¿Quién era la emperatriz Eugenia de Montijo?
Eugenia de Montijo fue muy reconocida en Francia, sin embargo su verdadero origen era de España. Nació el 5 de mayo de 1826 en Granada. Era la hija de un militar española y una dama de origen escocés.
Se formó entre Francia e Inglaterra. Se convirtió en la emperatriz consorte de Francia, al contraer matrimonio con Napoleón III, sobrino de Bonaparte. La pareja se conoció en un baile en 1849. Había una diferencia de edad de 20 años.
Tras la caída del Segundo Imperio, Eugenia se exilió en Inglaterra, donde subastó toda su colección para sobrevivir.
El Museo del Louvre recuperó varias de sus joyas a lo largo de las décadas. Murió el 11 de julio de 1920, a los 94 años.