Cuatro ladrones y siete minutos: Lo que se sabe del robo de joyas de la corona francesa en el Louvre
Los cuatro ladrones que entraron al museo del Louvre estaba robaron nueve joyas "de un valor incalculable", pero perdieron en su huida una de ellas
- 19 de octubre de 2025 a las 15:49
El robo de un conjunto de joyas "de un valor patrimonial e histórico incalculable" en el Museo del Louvre este domingo por la mañana lo llevó a cabo en apenas siete minutos un comando de cuatro ladrones "profesionales", pero que perdieron una parte del botín en su huida.
La fiscal de París, Laure Beccuau, responsable de la investigación, explicó que todo ocurrió a las 09.30 de la mañana hora local, cuando el comando llegó por el flanco sur del museo, el que da al río Sena, en dos motos y en un camión con un montacargas como los que se utilizan en las mudanzas.
Así subieron al primer piso y más en concreto a la galería Apolo, en la que entraron dos de ellos después de haber hecho una brecha en el cristal de una ventana con unos discos de corte que también utilizaron para fracturar dos vitrinas, una conocida como la de los diamantes y otra con joyas del Segundo Imperio.
Los ladrones se llevaron una diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; un collar del conjunto de zafiro de las mismas reinas; un pendiente de ese mismo conjunto; un collar de esmeraldas de la reina María Luisa; un par de pendientes de esmeralda de María Luisa; un broche; una diadema de la emperatriz Eugenia; y un broche de la misma emperatriz.
En su huida perdieron la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, la esposa española del emperador Napoleón III (1852-1870), la cual resultó dañada.
Es una corona que lleva 1.354 diamantes y 56 esmeraldas creada para la emperatriz con ocasión de la Exposición Universal de 1855, que tras el cambio de régimen a la III República, en 1870, fue vendida en 1885 por el Estado francés como una forma de liquidar su pasado monárquico y sólo volvió a su propiedad algo más de un siglo después gracias a una donación.
Las autoridades señalan que fueron "profesionales" que actuaron sin violencia, por lo que no hubo heridos, y también en que la evacuación de los visitantes del museo por parte de los empleados se llevó a cabo igualmente con "profesionalidad".
La Fiscalía de París ha abierto un procedimiento por robo en banda organizada y asociación de malhechores.
Como escenarios más probables, la responsable de la investigación señaló que el robo puede tener su origen en un encargo de un coleccionista, pero también puede ser para vender por separado las piedras preciosas que contienen las joyas.
Una vez sustraídas las joyas, los delincuentes huyeron en las dos motos siete minutos después de haber llegado. Antes de eso, intentaron incendiar el camión, sin conseguirlo, y lo abandonaron junto al Louvre.
El último robo en este museo situado en el corazón de París se produjo en 1998, cuando se sustrajo en pleno día un cuadro del pintor francés Camille Corot que no ha aparecido.
Pero el más famoso fue el que cometió el 21 de agosto de 1911 un obrero italiano, Vincenzo Peruggia, que se llevó La Gioconda, según explicó por patriotismo. El cuadro de Leonardo da Vinci se recuperó en 1913, después de que el ladrón se puso en contacto con un marchante de arte.