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Benedicto XVI se despide del mundo en audiencia

El primer Papa en renunciar en los últimos 700 años abandonará el trono de San Pedro y se enclaustrará en un monasterio. Gozará del título de Papa emérito y podrá vestir sotana blanca, pero no llevará la esclavina, la capa blanca reservada a los pontífices.

27.02.2013

Los más de 1,200 millones de católicos del mundo vivirán mañana un hecho completamente desconocido para ellos y decenas de generaciones anteriores, cuando Benedicto XVI abandone el trono de San Pedro y se convierta en el primer pontífice en casi 700 años en abandonar su cargo para refugiarse en un monasterio a orar.

Los católicos no vivían esa experiencia, a pesar de que lograron sobrevivir a disputas papales, el asedio de estados que querían influir o desterrar a los papas del medievo y otras épocas más modernas.

Pero desde este miércoles comienzan a darse cuenta que el giro de la historia ya está dado y Benedicto XVI abandona el trono de San Pedro no por muerte, como lo hicieron sus antecesores, sino por la “falta de fuerzas” para continuar al frente de la iglesia más influyente del mundo, con un estatuto especial de Estado soberano.

Las duras luchas entre distintas facciones de la iglesia al interior de la Curia Romana, el influyente y poderoso órgano de gobierno terrenal de la iglesia Católica, habrían inducido a Benedicto XVI a dejar el mando, incapaz de contener las filtraciones de documentos y de las denuncias de abusos sexuales por un sector del clero.

Todos los vaticanistas coinciden en que el Papa alemán no tuvo la fuerza ni la habilidad para poner orden interno y disciplinar a las diferentes corrientes, contrario a su antecesor, el papa polaco Juan Pablo II, que no dudó en poner en cintura a los que se salían del orden establecido.

El largo pontificado de Juan Pablo II, el papa más mediático y popular que conociera la iglesia, fue algo difícil de superar para Benedicto XVI, un sólido intelectual y teólogo, pero que carece de las herramientas para el gobierno terrenal.

El actual Papa vivirá las últimas 24 horas como el jefe de la iglesia ordenando sus documentos, mientras se prepara para mudarse a la residencia veraniega papal de Castel Gandolfo, a la espera de que concluyan los trabajos de refacción del monasterio donde vivirá una vez que su alejamiento del trono pontificio se haga realidad.

Cardenales

Mientras en el Vaticano se preparan para recibir a los cardenales que acudirán al cónclave que elegirá al nuevo Papa.

El Vaticano, junto a las autoridades de Roma, la capital italiana, se prepara para recibir a miles de fieles que acudirán hoy miércoles a la última aparición pública de Benedicto XVI como papa en el tradicional audiencia general.

El Vaticano repartió 50,000 entradas reservadas para participar en la audiencia general del miércoles, la última aparición pública del Papa, pero se espera la llegada de miles de personas a la Plaza de San Pedro, donde el Papa hablará desde una tarima.

Asimismo, otros decenas de miles de fieles acudirán a Roma para estar presente en la elección del nuevo pontífice y saludar al Papa nuevo cuando salga al balcón, una vez que su nombre sea público.

Roma, que vive su propia tragedia política con los resultados de los comicios del domingo y lunes, que dejaron un parlamento sin una mayoría en ambas cámaras, como lo exige la legislación para tener un gobierno propio, debe simultáneamente atender la situación inusual provocada por la renuncia de un Papa.

Los trabajos en la Plaza de San Pedro, donde se concentraban los fieles, están hechos a toda prisa, mientras que se hacen otros para atender a los miles de periodistas que acuden de nuevo a Roma a presenciar la elección de un segundo pontífice en menos de una década.

Papa emérito

El papa Benedicto XVI tendrá el título de Papa Emérito o de Pontífice Romano Emérito, se vestirá con sotana blanca y zapatos mexicanos, indicó el Vaticano. El Vaticano enfrentaba la situación de cuál sería la posición y rango del actual Papa una vez que abandonara el cargo.

El alemán Joseph Ratzinger, su nombre civil, el primer Papa que renuncia en 700 años, abandonará el Vaticano sin ceremonia especial el próximo jueves en un helicóptero que le llevará a su residencia veraniega de Castelgandolfo.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, también dio detalles de la indumentaria del futuro ex-Papa de 85 años, que podrá conservar el tratamiento de “su santidad”.

“Al Papa le gustaron mucho los zapatos que le regalaron los artesanos de León en México y continuará llevándolos”, dijo Lombardi. Se trata de unos zapatos de color marrón rojizo hechos a mano.

Benedicto XVI también podrá seguir vistiendo de blanco, un color normalmente reservado para los papas.

“Será una vestidura talar blanca simple”, dijo Lombardi, aunque no llevará la esclavina, la capa corta que suelen llevar los pontífices. Tras su renuncia Benedicto XVI también dejará de llevar el anillo del pescador de oro macizo en el cual está grabado su nombre en latín.

Último día

El jueves por la mañana, en el palacio pontifical, el cardenal decano ángelo Sodano hará un pequeño discurso de despedida y todos los cardenales podrán decir adiós al Papa.

Por la tarde, en el patio San Damaso, en el corazón del Vaticano, le saludará un destacamento de la Guardia Suiza, el cuerpo militar encargado de la seguridad del Vaticano.

A las 16H00 GMT, el Papa se dirigirá hacia el helipuerto del Vaticano para ir hasta Castelgandolfo, 25 kilómetros al sur de Roma, la residencia de verano de los papas donde vivirá dos meses antes de instalarse en un monasterio dentro del Vaticano.

En Castelgandolfo el Papa saludará desde el balcón a los fieles en la que será su última aparición como jefe de la Iglesia. A las ocho en punto, un pequeño destacamento de la Guardia Suiza cerrará la puerta y pondrá fin a su servicio de vigilancia exclusiva del Papa, pero la gendarmería continuará velando por la seguridad de “su santidad, Papa Emérito”.

El día después

Un día después de su renuncia, el viernes, el cardenal decano Ángelo Sodano invitará a los cardenales electores (115 por el momento) a las congregaciones previas al cónclave. Estas congregaciones son las reuniones previas en las que los cardenales empiezan a definir el perfil del nuevo Papa y que podrían empezar el lunes 4 de marzo.

Para ello se modificó el tradicional sistema de convocatoria, ya que antes se convocaba de 15 a 20 días después que fuera declarado vacante el trono de San Pedro.

Pero como en esta ocasión el Santo Padre no falleció y por lo tanto no se debe guardar el luto, Benedicto XVI permitió que el cónclave se instalará antes.

La iglesia espera tener un nuevo Papa antes que comience la principal actividad religiosa de los católicos, la Semana Santa, donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Por ello, muchos cardenales, y los mismos fieles dieron el adelanto del cónclave cardenalicio, ya que no se quiere correr el riesgo de llegar a la Semana Santa sin que los católicos cuenten con su guía espiritual.