Hondureños en el Mundo

'Lo perdimos todo', lamenta madre hondureña que viaja con sus dos hijos en la caravana

Marta cuenta con pesar que se incorporó a la caravana porque perdió sus pertenencias en los dos huracanes que azotaron Centroamérica en noviembre y que estaba viviendo bajo un puente

18.01.2021

VADO HONDO, GUATEMALA.- Pese al hambre y el agotamiento, miles de migrantes integrantes de la caravana se niegan a abandonar el sueño de llegar a Estados Unidos, es el caso de una madre hondureña que tras perderlo todo decidió hacer la dura travesía.

'Estamos tristes, desconsolados, con hambre, cansados por el recorrido, pero pienso aguantar todo con tal de llegar a Estados Unidos', cuenta Marta del Cid, de 40 años, originaria de San Pedro Sula.

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Al igual que ellas, familias enteras viajan en la caravana, muchos con niños. La mayoría solo llevan sus pocas pertenencias y casi nada de dinero.

Vivir bajo un puente

Marta cuenta con pesar que se incorporó a la caravana porque perdió sus pertenencias en los dos huracanes que azotaron Centroamérica en noviembre y que estaba viviendo bajo un puente.

'Lo perdimos todo, además en Honduras el gobierno nos trata como basura', lamenta esta mujer que viaja con sus dos hijos, de 24 y tres años. La ropa que viste ya está sucia.

Al igual que ella Carlos Valle, de 34 años, viaja empujado por el desempleo, dejó con familiares a sus tres hijos de cuatro, ocho y 11 años en Comayagua (centro) y tampoco pierde la fe en alcanzar el objetivo. 'Estamos cansados, pero vamos a resistir y espero que Guatemala nos deje pasar para seguir la marcha hasta Estados Unidos', dice.

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Ante su intento de continuar, los migrantes fueron repelidos con palos y bombas lacrimógenas de militares y policías. Muchos migrantes fueron lastimados en la refriega, donde los militares utilizaron largas varas para golpearlos e impedir que superaran la barrera.

El grueso del grupo se ha ido reduciendo hasta unas 4,000 personas. El resto se ha dispersado. Unos 800 han sido contenidos en un poblado cercano y más de 1,500 han regresado voluntariamente.