Tegucigalpa, Honduras.- La comunidad hondureña amparada por el Estatus de Protección Temporal (TPS) en Estados Unidos enfrenta nuevamente un período de incertidumbre.
La audiencia realizada el martes, que muchos esperaban que concluyera con un fallo favorable, no resolvió la situación. La jueza decidió posponer la decisión hasta el 22 de enero, dejando a más de 55 mil hondureños en un limbo migratorio y sin claridad sobre qué pueden y qué no pueden hacer en este período crítico.
Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de Septiembre, explicó que los tepesianos continúan en un estado de suspenso y riesgo, ya que no hay ningún pronunciamiento oficial que garantice una extensión temporal del permiso de trabajo o una protección provisional contra posibles detenciones.
“Seguimos en incertidumbre, con muchas interrogantes”, lamentó, señalando que ni siquiera los abogados demandantes recibieron información inmediata del buró de la corte.
Flores asegura que, por lógica y por antecedentes, se esperaba que la jueza solicitara una extensión provisional del TPS, al menos para que los beneficiarios pudieran realizar trámites indispensables como renovar licencias de conducir o renovar permisos de trabajo.
Sin embargo, nada de eso ocurrió, al no existir un comunicado oficial, los tepesianos permanecen expuestos.
“No hay nada que les garantice que no los puedan detener. Deben estar alertas, no confiarse y cuidarse unos a otros”, insistió.
Durante la audiencia, los abogados del expresidente Donald Trump reiteraron su postura: que el Ejecutivo, mediante el secretario de Seguridad Nacional, tiene la facultad de extender o cancelar el TPS.
Ese recordatorio reavivó la preocupación entre los inmigrantes hondureños, muchos de los cuales ya enfrentan dificultades laborales debido a la expiración de documentos.
Aun así, el hecho de que la jueza rechazara dar por finalizado el caso, como lo pedía la defensa de Trump, deja una ventana de esperanza.
Mientras el fallo llega en enero, la recomendación principal es mantenerse informados únicamente a través de fuentes confiables, evitar caer en rumores y no exponerse innecesariamente a situaciones que puedan derivar en detenciones.
Flores aconseja evitar conducir sin licencia vigente, no cometer infracciones, no faltar a citas judiciales o migratorias y mantener todos los documentos personales al día en la medida de lo posible.
“Muchos están sin trabajo y en agonía, pero este no es momento para descuidarse”, recordó.
El líder migrante también subrayó que el TPS es un problema histórico que ha sido heredado de gobierno en gobierno, desde el mandato de Carlos Flores hasta la actualidad.
La falta de una estrategia clara ha agravado una crisis que ahora recaerá sobre las nuevas autoridades hondureñas, quienes serán definidas en los próximos días.
“Este tema no puede seguir tratándose de forma partidaria. Se necesitan políticas públicas, no improvisación”, advirtió.
Flores lamentó que, hasta ahora, ningún candidato presidencial hondureño se haya acercado formalmente para dialogar con las organizaciones migrantes o presentar propuestas sobre la situación del TPS.
Señaló que muchos políticos hablan de “héroes nacionales”, pero sin ofrecer soluciones reales. “No he visto un acercamiento sincero. Es más, ya no me contestan, antes sí lo hacían”, cuestionó.
El dirigente enfatiza que el nuevo gobierno debe actuar con rapidez, construir una estrategia diplomática sólida y buscar acercamientos con las autoridades estadounidenses, pues el trato al tema migratorio será determinante para evitar nuevas facturas políticas.