TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La producción nacional puede sufrir un retroceso de hasta cuatro años ante la falta de lluvia.
La siembra de primera que comenzó entre mayo y junio pasado reporta pérdidas en varios departamentos debido a que la temporada lluviosa comenzó tarde y terminó temprano.
Los indicadores refieren que la producción puede bajar a la misma del año 2015, cuando se produjeron 2.4 millones de quintales de frijoles y 13.8 millones quintales de maíz, tomando como referencia las cifras del Banco Central de Honduras (BCH).
El 2018, según los indicadores del mismo BCH, cerró con una producción de 2.8 millones de quintales de frijoles y en maíz se llegó a 15.5 millones de quintales. Las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) confirmaron a EL HERALDO que existe preocupación por la sequía que se vive en algunas zonas productoras y el impacto será fuerte.
Hasta el momento no se ha determinado de cuánto es la pérdida en la siembra de primera, ya que hasta el fin de semana pasado los técnicos de la SAG y de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta) comenzaron con los recorridos en los diferentes departamentos. El objetivo es determinar en qué municipios se está teniendo mayor efecto por la prolongada canícula.
Proyección
Guillermo Cerritos, titular de Dicta, declaró que con las lluvias que han caído en los últimos días esperan que se recuperen cultivos que parecían perdidos, por lo cual no quieren alarmar a la población con porcentajes de pérdidas, y así evitar la especulación de escasez
de granos.
Reconoció que la SAG, al principio de la siembra de primera, generó algunas recomendaciones de fechas para iniciar la siembra, pero en algunas se acertaron y en otras no.
Mucha gente que siguió las recomendaciones ha aprovechado la cantidad de lluvia que se ha registrado, por ejemplo, en el occidente son muy pocos los municipios afectados, mientras que en el sur de El Paraíso sí hay afectación, detalló.
En la región del golfo de Fonseca no se puede dar un dato de cuánto puede ser la pérdida, ya que en los últimos cuatro días ha llovido y hay esperanza de que algunos cultivos se recuperen.
Cerritos indicó que, según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), la canícula comenzó el 10 de julio pasado y se extenderá hasta septiembre, por lo cual las plantaciones no tendrán suficiente agua para desarrollarse. En este momento las siembras tienen uno a dos meses, pero las cosechas salen entre septiembre u octubre y es allí donde se va a ver el impacto de la pérdida.
“Según lo que nos han comentado los expertos de Copeco, el impacto del fenómeno en este momento puede ser igual o mayor que el año pasado, incluso comparado con el 2015”, refirió el funcionario.
Adelantó que debido a las lluvias irregulares en la siembra de primera se está programando el bono de solidaridad productiva, que es entregado a unas 100,000 familias productoras de granos en todo el país.
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