Honduras

Prisión preventiva para abuelo que abusaba de su propia nieta

La menor afectada relató que cuando ella intentaba impedir el abuso, su abuelo le pagaba en la cara o en su estómago, inclusive le suministraba dos medicamentos para dormirla

31.05.2016

San Pedro Sula, Honduras
Las autoridades judiciales dictaron auto de formal procesamiento con prisión preventiva contra un hondureño que está acusado de cometer actos de lujuria contra una menor de edad, que además es su nieta.

El imputado identificado como Juan Maldonado, quien es el tutor de la menor y de otro menor hermano de la víctima, aprovechaba la situación de orfandad de la niña para cometer su picardía.

Ambos menores están en poder del agresor luego que sus padres murieron violentamente en noviembre de 2011, por lo que el abuelo tomó la guarda y custodia de los mismos.

El reprochable abuso fue denunciado por una persona cercana a los menores que descubrió lo que estaba pasando y alertó de inmediato a las autoridades pertinentes.

Según la denuncia el ilícito se cometía en la colonia Asentamientos Humanos del sector Rivera Hernández en San Pedro Sula, al norte de Honduras.

Por lo que el pasado 19 de mayo la joven Alex Peraza interpuso la denuncia ante el Ministerio Público (MP), en la que alegaba que Juan Maldonado había atentado con la integridad física y moral de su sobrina, pues según relato de la menor el abuelo le tocaba sus partes íntimas.

La menor afectada relató que cuando ella intentaba impedir el abuso, su abuelo le pagaba en la cara o en su estómago. 'Inclusive el agresor suministraba dos medicamentos para dormirla', denunció la tia.

Otro menor de edad, hermano de la víctima, quien también descubrió a su abuelo abusar de la menor recibía amenazas para que no lo delatara.

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La prisión preventiva se le dictó en la audiencia inicial celebrada el jueves de la semana anterior en el Juzgado Penal de San Pedro Sula, donde se resolvió enviarlo de inmediato al Centro Penal de esa ciudad.

Las violaciones y otros abusos sexuales en perjuicio de niñas y niños en Honduras son constantes.