Nuevos nombres comienzan a tomar fuerza entre los “papables” tras haber iniciado el cónclave. Además de Odilo Scherer, de 63 años, cardenal arzobispo de São Paulo, y el cardenal de Milán, Angelo Scola, quienes entraron al cónclave con mayores consensos para convertirse en el nuevo Papa, el arzobispo de Boston, Sean O’Malley, que suele vestir con más frecuencia la humilde sotana café de los capuchinos que su elegante atuendo de cardenal, ha surgido como una sorpresiva estrella en el importante momento que se vive en Roma.
Analistas de renombrados diarios italianos han señalado al cardenal Sean O’Malley como uno de los favoritos para ser elegidos Papa por el cónclave que comenzó el martes.
Hace tan solo dos semanas, O’Malley ni siquiera aparecía en las listas de “papables” que los observadores de la Iglesia escudriñan cada mañana como si se tratara de tablas de resultados deportivos, aun cuando solo los cardenales electores saben en qué sentido votarán. Observadores del Vaticano consideran improbable que un cardenal estadounidense sea nombrado Papa, dado que se corre el riesgo de que mezcle los intereses eclesiásticos con los de la superpotencia occidental.
O’Malley es también un monje franciscano capuchino, y pocos miembros de órdenes religiosas han dirigido la Iglesia Católica. Pero llegó a un país que se encuentra en un ánimo contestatario.
Un comediante, Beppe Grillo, consiguió una cuarta parte de los votos parlamentarios, lo que dejó al liderazgo político de Italia en el limbo.
La administración central del Vaticano, llamada Curia, ha estado sorteando una serie de escándalos. El mayordomo de Benedicto XVI filtró a la prensa documentos privados del pontífice en los que se revelaban disputas internas, corrupción y amiguismo en las más altas esferas de la burocracia. El hermético Banco del Vaticano destituyó recientemente a su presidente por incompetencia y enfrenta fuertes presiones para que implemente una mayor transparencia financiera.
En el cardenal estadounidense los italianos vieron a un caballero que viene al rescate. O’Malley, de 68 años, ha pasado su carrera como obispo limpiando las diócesis sacudidas por escándalos de abuso sexual infantil. En su larga trayectoria, una historia parece haber capturado la mayor parte de la atención: tras su llegada a Boston en 2003, en pleno cisma por el escándalo de abusos, O’Malley decidió vender la mansión de estilo renacentista italiano que había alojado a los cuatro arzobispos anteriores de Boston. Los millones de dólares obtenidos con la venta ayudarían a pagar las indemnizaciones a las víctimas.
Los cierres de templos que anunció en la arquidiócesis provocaron airadas protestas de parroquianos y continuas manifestaciones. Algunos fieles contrataron abogados especialistas en derecho canónico y llevaron sus quejas al Vaticano. Y en 2002, un fiscal de Massachusetts, Paul Walsh del condado de Bristol, divulgó los nombres de una veintena de sacerdotes de Fall River acusados de abuso sexual infantil en las décadas de 1960 y 1970 que nunca fueron encausados penalmente.
La semana pasada, cuando habló en el North American College, el destacado seminario para sacerdotes estadounidenses en Roma, O’Malley minimizó sus posibilidades mientras apuntaba a su atuendo café.
“He vestido este uniforme por más de 40 años y presumo que lo vestiré hasta que me muera”, dijo. “Porque no espero ser elegido papa, así que no espero tener que cambiar de guardarropa”.
Scola, favorito de las casas de apuestas
El cardenal italiano Angelo Scola era considerado favorito el martes en las casas de apuestas para ser elegido Papa en el actual cónclave del Vaticano, delante del ghanés Peter Turkson y el brasileño Odilo Scherer.
Los corredores también aceptaban apuestas sobre el futuro nombre que adoptará el nuevo pontífice. Los favoritos eran León, Pedro y Gregorio. La casa de apuestas británica William Hill y la irlandesa Paddy Power dijeron que Scola ocupaba la primera posición para ser el próximo Papa.
Según William Hill, el segundo favorito para convertirse en sucesor de Benedicto XVI era el ghanés Peter Turkson y Scherer el tercero. Para Paddy Power, Scherer es segundo y Turkson tercero. En lo que respecta al nombre que adoptará el futuro Papa, León es el favorito, delante de Pedro y Gregorio. Ante la expectativa por saber quién será el próximo jerarca de la Iglesia Católica, algunos recordarán el artículo 2413 del catecismo de la Iglesia, según el cual los juegos de azar “no son en sí mismos contrarios a la justicia” pero “resultan moralmente inaceptables cuando privan a la persona de lo que le es necesario para atender a sus necesidades”.