TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Miles de hondureños sufren cada año la precaria situación del sistema de salud en el país, al punto que muchos se ven obligados a lidiar con sus padecimientos de forma permanente ante la falta de atenciones y opciones de tratamiento o a buscar fuera de las fronteras la solución a sus malestares.
Este fue el caso de Miriam de Gabrie, una ceibeña que durante años soportó fuertes dolores en ambas rodillas tras ser diagnosticada con osteoartrosis y pese a visitar a múltiples doctores dentro y fuera del país y a gastar miles de lempiras en tratamientos que solo atenuaban sus síntomas, no conseguía una intervención médica adecuada.
El daño en sus rodillas fue avanzando a tal punto que pasó a usar muletas, andador y hasta sillas de ruedas, por lo que su familia decidió buscar tratamiento fuera de Honduras, aunque les preocupaba no contar con el dinero suficiente y llegar a manos de gente inescrupulosa que se aprovechara de su situación.
“En medio de mi desesperación yo viajé a Estados Unidos y allá me cobraban una exageración. Era un lujo para mí todo lo que me cobraban. Cuando regresé, mi hermano que vive en Roatán me dijo: ‘Hermana, fijate que yo tengo un amigo que se fue a operar a Islas Caimán y está muy bien’. Entonces yo le dije: ‘Conseguime los conectes y yo voy a hablar con el hospital’”, recordó la paciente durante una entrevista con EL HERALDO.
Ese destello de esperanza para Miriam era el hospital Health City Cayman Islands, un centro de atención terciario que ofrece atenciones en varias especialidades, entre ellas cirugía general, urología, ortopedia, neurocirugía intervencionista, neumología, cirugía bariátrica, gastroenterología, cirugía plástica, chequeos ejecutivos y oncología médica.
Este novedoso centro incluso brinda lo que se conoce como turismo médico, pues además de ser una respuesta para varias enfermedades que no pueden ser tratadas en varios países, está situado en una paradisíaca isla que posee hermosos paisajes.
Para fortuna de doña Miriam, los médicos -en su mayoría originarios de India- accedieron a ver su caso y realizarle la cirugía que tanto necesitaba, por lo que comenzó con los trámites y viajó junto a su esposo a la isla del Caribe, justo cuando la pandemia del covid-19 se encontraba en su mayor auge en el mundo.
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La hondureña de 65 años fue intervenida por el ortopeda Niranjam, quien aseguró que sus rodillas estaban “casi (pegando) hueso con hueso por lo que sus actividades eran limitadas”. Ante esto se le practicó un reemplazo bilateral de rodillas en una misma cirugía.
“¿Se quiere operar las dos rodillas?”, le consultó el médico a doña Miriam, ante lo que ella respondió: “Claro que sí”. “El me preguntó: ‘¿No tiene miedo?’, no, le dije yo, porque usted me va a operar, pero quien va a guiar sus manos es el Señor y con esa fe usted me va a operar y el doctor me operó y fue una experiencia muy linda”, recordó ocho meses después de su cirugía.
Afortunadamente, la cirugía fue un éxito e incluso su esposo, Roberto Gabrie, pudo realizarse una biopsia renal que fue incluida en el mismo paquete médico contratado por la paciente.
Actualmente, la catracha se encuentra recuperándose del procedimiento, ya puede caminar con mayor facilidad que antes y asegura que sus malestares se fueron.
“A mí me cambió la vida, yo paso trabajando todo el día, no me siento, atiendo (su negocio), platico, paso cobrando, despachando y haciendo de todo... Pero no dejo de hacer mis ejercicios. Fue maravilloso, fueron mis ángeles”, dijo contenta al conversar con este rotativo.
¿Cómo trabaja Health City?
Doña Miriam no es la primera hondureña que recibe atención médica en este hospital extranjero, pues otros connacionales como José Gilberto Sandoval, quien fue el primer hondureño en recibir un implante desfibrilador en Islas Caimán, tras sufrir dos episodios de muerte súbita o Celine Peralta, una capitalina de 70 años que fue trasladada en ambulancia aérea tras ser diagnosticada con una grave enfermedad cardíaca en la que sus médicos no le daban esperanzas y fue intervenida en una exitosa cirugía, ahora son parte de los testimonios de sobrevivientes de Health City.
“Los doctores me dijeron que la cirugía que mi madre necesitaba no la realizaban en Honduras, por lo que sugirieron llevarme a mi madre a casa y esperar hasta que falleciera”, dijo Sofía Simón Peralta, hija de Celine, quien fue sometida a un reemplazo de la válvula aórtica.
Desde su fundación en 2014 “hemos atendido más de 100 hondureños en lo que llevamos en el hospital. Somos un hospital internacional y hemos tratado a pacientes de más de 60 países del mundo. Además, tenemos la acreditación del sello de oro, que es un estándar por calidad de servicio del hospital y nos sentimos orgullosos de decir que lo obtuvimos al segundo año de apertura y aún lo mantenemos”, explicó a EL HERALDO la doctora Marjorie Culbert, una hondureña que labora como representante de Health City para Latinoamérica.
Por su parte, la también catracha, Ana Rodríguez, representante de Health City en Centroamérica, comentó que para ella “no hay nada más gratificante cuando el paciente está de regreso, esa llamada que nos hacen incluso estando en el hospital diciendo ‘gracias’. Si bien, es nuestro trabajo, pero siempre estamos a la orden y disponibles para ayudar a cada persona con cada inquietud, apoyarlos en todo lo que necesitan, porque uno tiene como miedo de salir de nuestro país en busca de un servicio médico. No es fácil, es una decisión dura que las personas tienen que tomar”.
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Las delegadas de Health City indicaron que cada intervención médica tiene un precio, pero este dependerá de muchos factores que van desde las comorbilidades (enfermedades) del paciente, la gravedad del problema y su condición socioeconómica.
“Desde el momento que se comunican con nosotros la atención es personalizada y los precios también son personalizados. Somos un hospital terciario e intentamos hacerle un paquete completo, les damos una cotización y no damos sorpresas más adelante con nuevos gastos”, explicó Culbert.
“El hospital también ha cambiado la vida de otros pacientes centroamericanos, por lo que me siento privilegiada por Dios porque él es quien me ha puesto en este camino de poder ayudar a las personas y es un sentimiento indescriptible el poder ver esas sonrisas, es maravilloso saber que ayudaste a una persona que sufría de dolor y ahora está contenta, de pie, siguiendo su vida normal. Es muy gratificante ayudar a los otros seres humanos”, agregó la profesional de al salud.
Las vías de contacto del centro hospitalario son a través del correo electrónico latam@healthcity.ky y el número de teléfono +504 8765-1404.