La hegemonía que Honduras ha mantenido por muchos años en materia aérea se puede debilitar si El Salvador adquiere 10 aviones de combate A-37, tal como se anunció hace unas semanas atrás.
Para el coronel en condición de retiro y excomandante de la Fuerza Aérea Hondureña, Roberto Mendoza Garay, la determinación de El Salvador de comprar estas naves “hay que tomarla muy en serio”.
“El Salvador es tan pequeño... En cualquier lugar que estén ubicados estos aviones, al igual que los otros que ya tienen, van a tener una fuerza de A-37, por lo que toda la frontera entre Honduras y El Salvador en 25 minutos pueden destruirnos a nosotros todo lo que es el Golfo de Fonseca, Tegucigalpa y Ocotequepe”.
“Con la experiencia que ellos tienen en volar los A-37 pueden tener una fuerza capaz de destruir cualquier blanco de nosotros en el Golfo de Fonseca en un periodo de una hora y nosotros tendríamos problemas”.
“Así que la amenaza habría que agarrarla como muy seria”, enfatizó Mendoza Garay.
“Honduras debe fortalecer la Fuerza Aérea en este momento y siempre, porque la Fuerza Aérea no solo es para defender guerras, sino para evitar que nos ataquen. Es una manera de decirles ‘cuidado, no se metan conmigo porque les va a ir mal’”.
Según Garay, Honduras tiene la mejor filosofía aérea y solo falta que se les dé un poco de apoyo económico y “volvemos a tener la mejor Fuerza Aérea porque la Fuerza Aérea no solo es la cantidad de aviones, sino cómo está equipada y si tienen la moral alta y si están dispuestos a defender su país, pero para eso se necesita el apoyo de la población”.
Garay explicó que no se debe necesariamente comprar más aviones sino que fortalecer lo que se tiene ya que se debe dar mantenimiento y recuperar a los pilotos y técnicos mecánicos especialistas que se fueron.
Fuera de peligro
Sin embargo, esa amenaza no representa ninguna preocupación para el comandante de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), general Miguel Palacios Romero.
“Lo primero que se debe hacer es respetar los planes de cada país ya que cada país es libre de desarrollar planes de defensa y seguridad”, dijo.
En este caso, lo que yo podría decir es que Honduras tiene sus planes de desarrollo “no con el fin de ser un país belicista, ni para ir a pelear” sino simplemente hoy por hoy es que la lucha contra el narcotráfico requiere de cierto equipo que reúna las condiciones para poder darle seguimiento, explicó el comandante de la FAH.
La Fuerza Aérea Hondureña actualmente tiene en su inventario una flota de 106 aeronaves, de las cuales 60 se encuentran en servicio y 46 en reserva o están en mal estado por haber tenido un accidente, desperfectos mecánicos o desaparecieron.
Entre las aeronaves que tiene Honduras se encuentran 12 poderosos aviones Northrop F-5 de origen estadounidense, de los cuales 8 están en servicio y seis se encuentran en reserva ya que están en proceso de reparación y mantenimiento.
Además de eso, tiene 12 aviones tipo Cessna A-37 Dragonfly de origen estadounidense de los cuales 10 se encuentran en servicio y dos están en reserva.
Estas aeronaves son utilizadas en acciones de ataque y reconocimiento. También la FAH cuenta con los aviones Embraer EMB 312 Tucano de origen brasileño y todos se encuentran en servicio.
Equipo salvadoreño
Mientras que la Fuerza Aérea Salvadoreña tiene en sus inventarios, según informes, un total de 80 aeronaves de los cuales 56 se encuentran en servicio y 24 fuera de servicio.
Entre dicha logística se encuentran siete aviones tipo Cessna A-37 Dragonfly y todos se encuentran activos para misiones de patrullaje e intercepción de aeronaves y forman parte de escuadrones caza y bombardero en Cuscatlán.
Estas naves representan la mayor fortaleza de la Fuerza Aérea Salvadoreña, contrario a Honduras que posee los aviones F-5, que son aeronaves ligeras de combate que pueden derribar aviones en el aire mientras que los A-37 son utilizados para objetivos terrestres y no tienen la capacidad para derribar otra aeronave de un enemigo en caso de un enfrentamiento bélico.
Los demás aparatos que poseen ambas naciones son de apoyo en caso de un conflicto o de transporte de carga, entre estos aparatos se encuentran los helicópteros Bell 412, Arava, Cessna 210, Piper PA-31 Navajo, Piper PA-42, Beechcraft Super King Air, entre otros.
Sin preocupación
“Yo, como representante de la Fuerza Aérea Hondureña, no me preocupo por el El Salvador, porque nosotros no estamos queriendo crecer con fines belicistas y consideramos que El Salvador tampoco lo hace con esa finalidad”.
Acordémonos que el concepto de defensa y seguridad nacional cada país lo tiene y lo hace de la manera que mejor puede desarrollarlo, por lo tanto, a raíz de estas situaciones creemos que El Salvador tiene lo suyo y nosotros tenemos lo nuestro, prosiguió el general Palacios Romero.
El alto oficial recordó que son aviones A-37 de los cuales Honduras también tiene. “Son aviones viejos de los años 70 y también entiendo que ellos están buscando con la finalidad de que son herramientas para la lucha contra el narcotráfico”, enfatizó.
Al consultarle si no quedaríamos en desventaja si El Salvador compra las aeronaves fue claro al decir que “nosotros tenemos ese tipo de aviones que son norteamericanos y no quedaríamos en desventaja y no podríamos ni verlo mal, sino que solo respetar los planes que cada uno de los países tiene, por lo que será Honduras, su gobierno, el Congreso Nacional y nosotros quienes vamos a desarrollar lo nuestro”.
En relación a las tensiones que existen por el conflicto en el Golfo de Fonseca, el comandante de la FAH es del criterio de que “eso no representa ninguna amenaza porque no estamos en un plan de guerra” y yo “los descarto” porque no estamos en ese ambiente y en este momento pensar en pelear “sería un ridículo”.
Recordó que la Fuerza Aérea Hondureña está buscando “repotenciar” todas las funciones de operaciones aéreas, pero con la finalidad de combatir el crimen organizado y combatir ese daño que causan los fenómenos naturales.
En cuanto a la flota de aviones que posee la FAH, considera que “estamos débiles”, pero se tienen proyectos que están próximos a ejecutarse.
“En cuanto a los helicópteros 412 tenemos un proyecto que ya estás en ejecución, vamos a reparar cinco Bell 412 y se le están presentando los proyectos al presidente Porfirio Lobo Sosa, las opciones, y en el caso de aviones tácticos se les está presentando opciones, pero no respondiendo a otro país sino a las tareas que emanan de la misión constitucional”, dijo Miguel Palacios Romero.
En cuanto al número de aeronaves manifestó que “por cuestiones de seguridad nacional” no se pueden dar a conocer, pero “son cantidades mínimas, nosotros no somos una Fuerza Aérea de ataque, sino que formamos pilotos tanto de ala fija como de ala rotatoria”.
También nosotros formamos pilotos de transporte y como parte motivadora pilotos de combate “y eso es motivador porque un joven cualquier día quiere volar un F-5 como los que se tienen en este momento”.
Los aviones que va a comprar El Salvador tienen que verse como una visión porque no es que van a causar daño, eso no es cierto, al igual que los F-5 que nosotros tenemos, comentó el alto jefe militar.
Renovación
Se le consultó si hay necesidad de comprar y renovar la flota de aeronaves aéreas, considera que sí porque Honduras es un país rico “y hay cosas que defender”.
“Entre tierra y mar son 350,000 kilómetros cuadrados que tiene Honduras, se imagina la riqueza que hay, es por eso que las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea debemos prepararnos para defenderla”, recalcó.
En relación a las capacidades que tienen los aviones A-37 y los F-5 son completamente distintos.
El A-37 es de alta performancia o alto rendimiento y el F-5 es supersónico.
“Esperamos nunca tener que usarlos, pero es mejor tener algo para usarlo y no tenerlos al quererlos utilizar”, reflexionó.
Recordó que el avión F-5 es viejo porque fue construido en los años 70.
Lo que sucede es que Centroamérica carece de equipo avanzado tanto para el transporte de pasajeros como de carga y aun en vigilancia.
