Honduras

Migrante desapareció luego de ser mordido por una víbora

El connacional fue abandonado por el coyote que lo llevaba a él y a otros hondureños porque su salud se deterioró
01.09.2022

CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA.- Su voz se quebranta y sus ojos se llenan de lágrimas al preguntarle cuándo fue la última vez que supo del paradero de su esposo. Como algo que está marcado con fuego, casi de inmediato contestó: “La última llamada que recibí de mi esposo fue un viernes 27 de septiembre de 2019. Me dijo que iba a caminar un poco y que después iba a haber un ‘levantón’ (un carro los traslada de un lugar a otro, en la ciudad)”, cuenta Claudia Jacqueline González Hernández.

La hondureña, originaria de Tegucigalpa y residente en la colonia Altos de la Independencia de la capital, desde hace casi tres años busca desesperada a su esposo, desaparecido en la ruta migratoria hacia Estados Unidos.

Juan Alexis Salinas Zúniga (40), como lo marca el común denominador de los centroamericanos que deciden migrar hacia Estados Unidos, dejó su hogar en busca de mejores oportunidades y para darle una vida más digna a sus familiares que quedaron en Honduras.

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El hondureño salió del país el 12 de mayo de 2018. A los pocos días llegó a territorio mexicano y se estableció en la ciudad de Monterrey, donde un amigo evangélico le tendió la mano y le consiguió trabajo en una fábrica de la ciudad.

Juan Alexis estuvo residiendo en Monterrey por espacio de un año y cuatro meses y medio, pero su objetivo era otro y llegó el día de partir hacia los Estados Unidos de América. Esa última semana de septiembre de 2019 salió de Monterrey, a unos 247 kilómetros de McAllen, Texas, en Estados Unidos, donde el coyote o guía que había pagado lo dejaría.

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Su salida de Monterrey

“Cuando salió de Monterrey nos dijo a que hora lo iba a ir a traer el guía, llegó a Reynosa y me dijo que le habían dado una coordenada para entrar al Golfo y que tal día le tocaba cruzar el río; después de que pasó el río (río Grande) llegó hasta unas casas en McAllen”, relató Claudia.

Por un corto lapso, Juan y otros migrantes que emprendieron el viaje permanecieron en una casa de McAllen, aguardando el momento idóneo para partir hacia Houston, Texas, donde los recogería otra persona dedicada a trasladar migrantes.

Claudia recuerda que en esa llamada su esposo le dijo: “Voy a caminar como dos horas y luego me van a levantar en carro para no seguir caminando y llegar a Houston”.

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El 20 de enero de 2020, Claudia subió una foto familiar a su cuenta de Facebook y a los pocos minutos una mujer de Danlí comentó la foto preguntándole si el hermano Juan había sobrevivido. Naturalmente ella se alarmó y buscó ayuda de su familia para asimilar el sobresalto.

Veinte minutos después, Claudia se comunicó vía Messenger con la mujer y esta le contó que a Juan lo había mordido una serpiente, que lo habían dejado en el camino, al parecer en agonía.

“Ella me contactó con un compañero de viaje de mi esposo que ahora está en Estados Unidos y él me volvió a relatar lo mismo. Que ese día se metieron a un monte porque estaban cerca los de Migración y que cuando salieron mi esposo ya no podía caminar”.

“Ellos lo cargaron en hombros por dos horas, pero mi esposo les dijo que lo dejaran porque ya no aguantaba que lo llevaran en la espalda y el guía les dijo que no podían seguir con él, porque era él o el viaje de los demás”, agregó. Lo dejaron abandonado en un camino entre McAllen y Falfurrias, Texas.

Casi cuatro años después de su desaparición su familia no ha perdido la fe y añora que esté con vida.

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