Catacamas, Olancho.- Más de 140 mujeres productoras rurales se dieron cita este martes en el Primer Congreso de Mujeres en Sistemas Alimentarios, un evento que busca visibilizar el papel de las mujeres en el sistema alimentario hondureño y promover un modelo de desarrollo más justo, sostenible e inclusivo.
El encuentro, realizado en Catacamas, Olancho, zona oriental de Honduras, contó con la participación de lideresas rurales de diversas regiones del país, quienes compartieron experiencias sobre cómo han fortalecido las cadenas productivas en sectores clave como la ganadería, el café, el cacao y la apicultura.
Durante la inauguración, Marco Machado, director de Heifer Internacional en Honduras, resaltó las barreras estructurales que enfrentan las mujeres rurales, particularmente en el acceso a la tierra y al financiamiento.
“Las mujeres son quienes tienen las mayores limitaciones y no existe una política específica que defina un apoyo directo para ellas, ni condiciones especiales; esto debe cambiar”, expresó.
Por su parte, el alcalde de Catacamas, Marco Ramiro Lobo, enfatizó la importancia de incorporar un enfoque de equidad en los modelos de desarrollo económico. “No hay futuro sin equidad. No hay desarrollo sin las mujeres en el centro”, afirmó.
Desde 2017, Heifer Internacional ha acompañado a más de 5,000 mujeres rurales en procesos de capacitación técnica, organizativa y comercial, particularmente en la ganadería, a través de 640 escuelas de campo.
En el sector cafetalero, el 35% de las mujeres capacitadas lideran comités y cooperativas, mientras que en el rubro del cacao, más de 1,000 hogares liderados por mujeres han logrado diversificar ingresos y generar empleo con criterios de sostenibilidad.
La apicultura también destaca por su creciente liderazgo femenino: actualmente, el 26% del sector está representado por mujeres que operan desde 28 plantas de envasado y más de 6,000 unidades productivas.
Con el lema: "Cuando ellas lideran, la tierra florece", el congreso reunió a instituciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Universidad Zamorano, la Universidad Nacional de Agricultura (UNAG), cooperativas y autoridades locales.
La agenda incluyó conferencias magistrales, paneles, exposiciones productivas, ruedas de negocios y espacios de articulación entre mujeres de distintos territorios.
El evento también sirvió como plataforma para generar propuestas orientadas a transformar el sistema alimentario hondureño, con énfasis en la resiliencia, la justicia social y la igualdad de oportunidades.
Según datos de Vía Campesina y el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 14% de las mujeres rurales hondureñas posee tierra propia, lo que limita su acceso al crédito y a tecnologías.
Además, el 70% vive en condiciones de pobreza, y más de la mitad en pobreza extrema. Solo el 12.5% tiene un empleo remunerado, y el ingreso mensual promedio de una jefa de hogar rural es de apenas 2,188 lempiras.
El congreso concluyó con el compromiso de continuar fortaleciendo la organización de las mujeres rurales y de incidir en políticas públicas que reconozcan y potencien su papel esencial en la producción, sostenibilidad y seguridad alimentaria del país.