Tegucigalpa, Honduras.- La licitación para adquirir escáneres de Rayos X destinados a reforzar la inspección de carga en la aduana de Puerto Cortés fracasó, luego de que la única empresa que llegó a la etapa final no renovó su garantía de mantenimiento de oferta.
Como consecuencia, la Administración Aduanera de Honduras relanzará de nuevo el proceso, confirmó el director ejecutivo de la institución, Fausto Cálix.
En la licitación anterior, lanzada hace más de un año, específicamente en abril de 2024 bajo el número LPI-ADUANAS-BID-001-2024, participaron siete empresas, pero seis fueron descartadas desde la etapa preliminar por no cumplir con los requisitos técnicos establecidos.
La única empresa que avanzó obtuvo la mejor calificación técnica y económica, y hasta superó la etapa de negociación de forma satisfactoria.
Sin embargo, antes de la adjudicación formal, no renovó la validez de su oferta ni la garantía de mantenimiento, pasos obligatorios según las políticas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que financia el proyecto.
“Este incumplimiento impidió la adjudicación y llevó a declarar como fracasado el proceso”, explicó Cálix, 14 meses después de iniciado el proceso.
“Ahora lanzamos nuevamente la licitación con la no objeción del BID y con los mismos principios de transparencia e integridad”, agregó el funcionario.
El proyecto está financiado por un préstamo del BID por 50 millones de dólares, aprobado en 2023, de los cuales 13.5 millones están destinados a la compra de los equipos de Rayos X y la adecuación del Puesto de Inspección Centralizado (PIC) en el principal puerto marítimo del país.
Según la planificación de la institución, la nueva licitación deberá concluir a finales de este año, siempre bajo supervisión del organismo multilateral.
“Queremos evitar los vicios del pasado. Este tipo de equipos son cruciales no solo para la seguridad nacional, sino también para brindar confianza al comercio internacional que entra y sale por Puerto Cortés”, argumentó Cálix.
El objetivo de estos escáneres es reducir el riesgo de contaminación de carga durante su transporte, fortalecer el control de mercancías e impedir el ingreso de armas, drogas y otros ilícitos. Además, se busca agilizar el comercio internacional sin comprometer la seguridad aduanera.