Los líderes magisteriales han sido protagonistas de al menos cinco boicots en contra del sistema educativo
nacional en lo que va de este año.
Luego de lograr la salida del ministro de Educación, Alejandro Ventura, en marzo de este año, la dirigencia se sentó a la mesa de diálogo con le nuevo ministro Marlon Escoto.
Durante los primeros dos meses no hubo mayores problemas entre ambos sectores.
Sin embargo, la primera prueba de fuego de Escoto fue en junio, cuando en una negociación con los líderes se definió modificar el calendario escolar de 2012.
El ministro Escoto, en su afán de mantener buenas relaciones con los profesores, cedió ante las presiones para dejar sin valor y efecto la suspensión del feriado de la Semana del Estudiante, que históricamente se otorga en el mes junio.
Alejandro Ventura había dispuesto, según el calendario académico, que esa semana no habría feriado con el propósito de cumplir con los 200 días de clases en el año lectivo.
Durante julio y agosto los profesores se fueron a paros exigiendo el pago de los salarios atrasados de unos cinco mil maestros. Además demandaban la derogación de la Ley del Inprema, Ley Fundamental de Educación y el decreto de emergencia.
Ni la Secretaría de Educación ni Finanzas dieron respuestas a las exigencias de los docentes, por lo que decidieron sabotear los desfiles patrios del 15 de septiembre, participando en la marcha que organizó el Frente Nacional de Resistencia Popular.
Para reponer los días perdidos durante julio y agosto, Marlon Escoto determinó que deben ser recuperados en los feriados del 17 de septiembre (Día del Maestro), 3, 12 y 21 de octubre.
Sin embargo, los dirigentes magisteriales de nuevo sabotean esas actividades, sosteniendo que el tiempo ya se había recuperado en clases ofrecidas los sábados y otras horas extraordinarias durante lunes a viernes. Sin embargo, no hubo constancia de que se impartieron esas clases.
Las últimas determinaciones
La penúltima disposición que los líderes aspiran boicotear es la ampliación del año lectivo. Escoto amplió el año lectivo hasta el 21 de diciembre.
Los dirigentes han dicho que el Estatuto del Docente les “obliga” a ellos a cerrar los centros educativos el 30 de noviembre, además aducen que “el tiempo ya se recuperó”.
Y el último llamado de los líderes es a sabotear la realización de las pruebas de rendimiento académico de matemáticas y español que la Secretaría de Educación efectuará el próximo 27 de noviembre.
Óscar Recarte, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), pidió a sus colegas “cerrar las aulas el 27 de noviembre, no dejar entrar a los evaluadores... o pedir a los niños que no vayan a la escuela ese día”. Esa acción se toma como represalia contra el gobierno por haber suspendido el diálogo, al exigir a los profesores firmar un acta de compromiso para dar clases hasta el 21 de diciembre.
Andrés Martínez, presidente de la Asociación Hondureña de Padres de Familia, es del criterio que “esta es una buena oportunidad para poner orden en el sistema, ya la Secretaría de Educación encontró la herramienta legal para sancionar a los maestros que no asistan a sus trabajos”.
Asimismo, Martínez planteó no continuar negociando los derechos de los niños a recibir los 200 días de clases, pero sobre todo una educación de calidad, lo que se quiere evitar al impedir que se celebren las evaluaciones de rendimiento académico.
Fiscalía: Boicot se penaría administrativa y penalmente
La Fiscalía de Derechos Humanos avala la deducción de responsabilidades contra dirigentes magisteriales y docentes por boicotear la práctica de pruebas de calidad educativa.
“Si están omitiendo no solamente la obligación que como docentes tienen, sino también del deber propio del cargo, en ese sentido pueden deducírseles responsabilidades disciplinarias o considerar si esa intención se enmarca en una violación de deberes, que ya la ley lo señala o castiga penalmente”, advirtió el fiscal especial de Derechos Humanos, German Enamorado. A su criterio, pretender boicotear la práctica de una prueba de calidad educativa es un pésimo mensaje.
“Sí, es lamentable porque tenemos un ciclo lectivo que se ve interrumpido constantemente”, lamentó. Al contrario, recomendó al sector docente que en este último período del calendario escolar debe recuperar el tiempo perdido.
