WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Ante la presentación de presuntas pruebas falsas por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), la justicia de Estados Unidos ordenó reabrir el caso del asesinato del exagente de la oficina antinarcóticos estadounidense (DEA), Enrique “Kiki” Camarena.
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En los últimos días, un juez federal determinó que el FBI presentó evidencias falsas que afectaron el proceso, lo cual implicaría volver a reunir evidencias y testigos.
El documento, con fecha del 23 de marzo de 2023, revela que el juez John A. Kronstadt ordenó volver a abrir el juicio por el asesinato del agente antidrogas estadounidense, luego de que Raúl López Álvarez, uno de los últimos sentenciados por el crimen, demostrara que su proceso no fue realizado en apego a la ley.
Raúl López Álvarez, ex policía judicial de Guadalajara, denunció una serie de irregularidades cometidas por el personal técnico del FBI.
Pese a las imputaciones, López Álvarez no podrá obtener la libertad bajo fianza y tendrá que llevar el nuevo juicio pagando prisión.
Por otra parte, el juez federal resaltó que el proceso deberá de comenzar en los próximos 180 días posteriores a la publicación de la sentencia.
“Dado que el último juicio contra el acusado por los cuatro cargos (conspiración para asesinar y cargos de secuestro) antes mencionados ocurrió hace más de 34 años, el Gobierno (y muy probablemente el demandado) necesitará este tiempo adicional para ubicar testigos y pruebas debido al paso de un tiempo significativo”, señala la sentencia.
La sentencia indica que los involucrados en el crimen revivirán a partir de septiembre los testimonios acerca de lo ocurrido hace 34 años.
Por el caso “Kiki” Camarena fueron sentenciados los expolicías Raúl López Álvarez y Javier Vásquez Velasco.
Asimismo, el capo mexicano Rafael Caro Quintero, quien guarda prisión al ser uno de los principales responsables del homicidio al agente federal.
Ramón Matta absuelto del caso en 2018
En 2018 la justicia de Estados Unidos retiró los cargos por el asesinato de Enrique Camarena al narcotraficante hondureño Ramón Matta Ballesteros.
Y es que el 5 de abril de 1988, Matta Ballesteros fue detenido por alguaciles de Estados Unidos en Tegucigalpa para posteriormente ser entregado a la justicia norteamericana para responder sobre el asesinato de Enrique Camarena.
Durante todo el proceso, Matta negó su participación en el crimen, hasta que 30 años después la justicia estadounidense retiró los cargos en su contra.
Pese a ser absuelto de los cargos criminales, su participación en otros delitos ligados al narcotráfico le han impedido al capo hondureño recobrar su libertad tras ser condenado a cadena perpetua.
