El presidente Juan Orlando Hernández, acompañado de su esposa, la primera dama Ana de Hernández, con directivos y grupos de base del Partido Nacional, agradeció el apoyo que le ofreció la dirigencia durante la campaña que culminó con el triunfo en las elecciones generales de noviembre del año pasado.
El mandatario, quien también fue acompañado por los funcionarios de su gabinete de Gobierno que fueron juramentados ayer, se dirigió a sus correligionarios para agradecer a Dios, a la dirigencia y a las bases por ayudarle a convertirse en el nuevo presidente de Honduras.
En el acto, que se celebró en la Plaza La Democracia de Casa Presidencial, Hernández expresó que trabajará muy de cerca con ellos y a los nuevos funcionarios les recordó que se deben a las bases y deben dejar espacio en sus agendas para atenderlos.
“Estoy seguro que los proyectos que tienen son de un fuerte impacto social, la gente que con pasión se va a dedicar a tener buenos resultados es la dirigencia del partido y por eso quiero trabajar de cerca con ustedes”, recalcó.
Asimismo, pidió dignificar el nombre del partido al tiempo que destacó que ser un buen político es servir a la gente y temer a Dios, hacer justicia social, atender al necesitado y sacrificarse por los demás.
“Eso es lo que hay que hacer para acrecentar el liderazgo y cuando atiendan a alguien necesitado o tenga un proyecto para su comunidad, no solamente se ganan el cariño de la gente, sino también la gracia de Dios, que es lo más importante”, subrayó.
“Esta es su casa y me voy a reunir con ustedes cada cierto tiempo”, manifestó el mandatario, quien explicó que solo falta juramentar a su esposa, que es quien les va a atender en su despacho.
Indicó que su deseo, luego de juramentado, era caminar desde el Estadio Nacional a Casa Presidencial, acción que no realizó por sugerencias de la seguridad del Estado, pero señaló que seguirá recorriendo los barrios y colonias para hacer más grande a su partido bajo la premisa de justicia social con libertad y democracia.
Reiteró su llamado a sus ministros en el sentido de que, cuando se trate de proyectos sociales, no deben discriminar a nadie, sin distingo de
partido político, rico o pobre.
“Les pido que me prometan eso y servir a todos por igual, como hermanos e hijos del mismo Dios”, solicitó.
Por su parte, la primera dama, Ana de Hernández, agradeció el apoyo permanente de la dirigencia y las bases y les recalcó la apertura de su despacho cuando requieran ayuda para proyectos u otras obras sociales.
“Me dirijo a ustedes porque Dios así lo quiso y el voto que depositaron por lograr el cambio gracias a este triunfo histórico y les pido que no nos dejen solos y nos ayuden a gobernar y sacar adelante al país”, manifestó.