Una variedad de néctares añejados, bajo la marca De la Finca, se han convertido en el elixir preferido de nacionales y extranjeros que visitan la ciudad de Danlí, al oriente de Honduras.
Son vinos que han nacido de las recetas ancestrales sin que se pierdan su esencia. El costo de cada unidad es de 120 lempiras.
Una de las recetas más extrañas es el vino de jaboticaba, la fruta que da el árbol originario de Brasil.
René García es el que ha hecho popular el zumo envasado, luego de varios meses de reposo en botellas de vidrio.
García produce cada año entre 100 y 120 botellas del extraño vino, con el que se propone conquistar el mercado nacional e internacional.