Tegucigalpa, Honduras.- La Asamblea de Participantes y Aportantes (APA) del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema) dio sus observaciones sobre el borrador final de las reformas a la ley de dicho instituto.
Gerardo Solano, representante del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), manifestó a EL HERALDO que el documento establece un artículo transitorio para los maestros que ingresaron al Inprema bajo el Decreto 1026-80, conocido como la Ley de 1980.
Ese grupo de profesores —que, según el docente, suma aproximadamente 14,000 personas— podrán elegir la normativa con la que desean jubilarse: ya sea la ley con la que ingresaron, la normativa vigente (Ley 247-2011) o las reformas, una vez estas sean aprobadas y entren en vigencia.
No obstante, para poder jubilarse deberán cumplir con el requisito de tener 50 años de edad y 30 años de servicio, explicó Solano.
La comisión de dictamen del Congreso Nacional decidió incluir dicho artículo en el borrador como respuesta a un fallo emitido por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el cual resolvió un recurso de amparo a favor de los maestros amparados por la Ley de 1980.
"Ellos podrán elegir entre jubilarse con las reformas, la ley actual o la de 1980; pero, lógicamente, la reforma viene a beneficiar a la mayoría de los docentes", señaló Solano.
Ante esto, el profesor estima que la mayoría de sus compañeros optará por jubilarse bajo las nuevas reformas.
Aunque los representantes de los colegios magisteriales que integran la asamblea están conformes con la propuesta, señalaron que es necesario crear un reglamento que determine cómo y cuántos maestros podrán jubilarse, con el objetivo de evitar un fuerte impacto financiero en la institución.
Solano detalló que, aunque la normativa otorga a esos más de 14,000 maestros la opción de jubilarse a los 50 años de edad con 30 de servicio, la mayoría de ellos supera los 55 años; sin embargo, aun así deberán esperar su turno para el retiro.
"Hay 4,200 docentes que tienen 59, 61 y 62 años, que son quienes deberían retirarse primero, pero el Inprema solo tiene capacidad para jubilar anualmente a 2,000 maestros", afirmó.
En ese sentido, sostuvo que se debe crear un mecanismo de jubilación que sea gradual y acorde con la situación financiera del instituto, "porque necesitamos tener un Inprema sostenible", dijo.
En cuanto a los maestros que ingresaron al instituto bajo la ley de 2011, estos no tendrán opción de elección: su proceso de retiro se realizará conforme a las reformas, una vez entren en vigencia.
La normativa —que se espera sea presentada ante el pleno del Congreso la próxima semana— establece que la edad de jubilación de los maestros será de 55 años con 20 años de servicio. Además, contempla un incentivo de 400,000 lempiras para quienes posterguen su retiro por cuatro años.
También incluye beneficios que no se encuentran en la ley actual, como un auxilio por calamidad para maestras de 50 años en adelante; y protección para hijos con discapacidad, estableciendo que, al fallecer un maestro jubilado, el hijo con discapacidad recibirá el pago de la pensión de por vida.
Para hacer viables los beneficios contemplados en la reforma, el Gobierno otorgará 1,200 millones de lempiras (300 millones por año durante cuatro años).
No obstante, la normativa también contempla un incremento en las aportaciones de empleados y patronos, es decir, los maestros, el Estado y la empresa privada.
Una vez aprobadas las reformas, los profesores deberán aportar el 10 % de su salario; actualmente cotizan entre el 8 % y el 9.25 %.
En el caso de las escuelas privadas, el aporte aumentará del 15 % al 19 %, mientras que el Estado —que actualmente, como patrono, aporta el 17 % (15 % más un 2 % por concepto de aguinaldo y decimocuarto mes)— elevará su contribución en un 5 %, alcanzando el 22 %.
