Tegucigalpa, Honduras .- Cada mes 15 personas solicitan ayuda al ser víctimas de desplazamiento forzado interno causado por la violencia en Honduras, reveló la Secretaría de Derechos Humanos.
Según Delma Mass , técnica de prevención de la entidad, “llegan un aproximado de 15 personas solo desplazadas por violencia interna y retornados con necesidades de protección”.
Las principales causas que obligan a las familias a abandonar sus hogares son la extorsión, asesinatos, persecución, violencia intrafamiliar y doméstica .
La institución brinda distintos tipos de asistencia, adaptados a cada caso. Entre ellos: atención médica y jurídica, traslado, vivienda temporal, alimentación, ropa y productos de higiene personal.
“Hay personas que llegan sin nada y quizás ocupan pepe, pañales y todo eso, así que buscamos los medios para apoyarlos”, explicó Mass.
Por su parte, la Unidad de Desplazamiento Forzado Interno (UDFI) del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) reportó un promedio anual de 1,178 casos de desplazamiento forzado.
Entre 2016 y 2023, se contabilizaron 8,249 personas desplazadas a nivel nacional, además de 1,751 denuncias y quejas relacionadas con este fenómeno.
Las autoridades también atienden a hondureños retornados del extranjero que enfrentan riesgos de violencia al regresar al país.
Ayuda humanitaria
La Secretaría de Derechos Humanos de Honduras posee un protocolo cuando un hondureño solicita ayuda al ser víctima de desplazamiento forzado por violencia en sus hogares.
Las personas reciben ayuda médica y jurídica. Asimismo, recibe a hondureños que fueron retornados del extranjero y que necesitan protección porque se “han ido del país por violencia, pero que en el proceso los han devuelto y que al llegar a Honduras siempre tiene problemas”.
¿Cómo solicitar ayuda?
De acuerdo con Mass, para obtener la ayuda humanitaria, la persona se debe presentar a la institución y relatar su historia como víctima de desplazamiento forzado, porque “se cree en el relato que la persona brinda”.
Posteriormente, evalúan el tipo de ayuda que necesita y se traslada a un nuevo hogar. Sin embargo, tiene una duración de un año, pero “si ya pasó un año y la persona ya está estable en otro lugar y no tiene sospecha de que la identificaron”, salen del programa.
No obstante, si demuestran que continúan en peligro “se evalúa el caso y con pruebas se analiza una segunda oportunida de apoyo”, indicó Mass.