Tegucigalpa, Honduras.- La falta de oportunidades ha hecho que cada día la niñez y adolescencia hondureña se vea en la obligación de salir del país y buscar una mejor vida en el exterior.
En lo que va de este año, el Instituto Nacional de Migración (INM) registra el retorno de 2,411 niños, niñas y adolescentes deportados desde Estados Unidos, México y Guatemala.
Los datos oficiales indican que hasta el 22 de mayo un total de 944 menores retornaron desde Estados Unidos; 758 regresaron desde México y 709 desde Guatemala.
Hasta los primeros cinco meses del año, han regresado al país un total de 14,660 hondureños deportados; de esos, el 16.45% son menores.
El 65% de los retornados son niños; la mayoría son de 11 a 20 años; establece la plataforma de Migración.
Cerca de la quinta parte de los menores que han retornado al país emprendieron el viaje solos, de acuerdo a la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden).
La red contabiliza hasta el 2 de mayo un total de 1,388 adolescentes que han sido deportados al país, de los cuales 270 fueron encontrados viajando solos durante la ruta migratoria.
Wilmer Vásquez, coordinador de Coiproden, expresó su preocupación por esta situación, señalando que muchos de esos jóvenes deberían estar en los centros educativos y no emprendiendo solos la peligrosa ruta.
"La responsabilidad de migrar no debe recaer sobre los menores, sino en los adultos", afirmó Vásquez.
Agregó que la migración infantil no acompañada sigue en aumento y eso es el reflejo de las condiciones críticas en las que viven muchos adolescentes en Honduras, con falta de oportunidades, violencia y pobreza factores clave que los empujan a migrar.
El coordinador de la red alertó sobre los peligros a los que se exponen los menores en el trayecto, donde enfrentan riesgos como el tráfico de personas, abuso, explotación y desapariciones.
La organización hizo un llamado a las autoridades para que refuercen los programas de protección infantil, acceso a la educación y desarrollo local, con el fin de reducir las causas estructurales que impulsan la salida forzada de los niños y adolescentes.
Coiproden registra que durante la última década los tres países han deportado a 127,404 niños y adolescentes.
"Esta cifra evidencia una crisis que se vive en el país, y es el resultado de una enorme desigualdad social que hace que muchas familias prefieran morir en el intento para buscar mejor oportunidades", dijo.
Vásquez dijo que la cifra de retornados es solo una muestra de la situación que viven los menores, pues hay un gran número de niños que actualmente están en la ruta migratoria.
Apuntó que a pesar de las estrictas leyes migratorias que tiene Estados Unidos para deportar a los que ingresaron de manera irregular, Honduras es uno de los países que menos connacionales ha recibido este año en comparación con otros países.
Agregó que se deben crear estrategias para garantizar oportunidades, seguridad, acceso a la educación salud y al empleo.