Una plaga del insecto Triatoma dimidiata, más conocido como chinche picuda, se ha propagado por el departamento de Olancho.
La infestación del insecto ha generado que en 16 de los 23 municipios de Olancho se hayan detectado casos del mal de Chagas.
Pese a que la enfermedad era más común en el interior del departamento debido a las construcciones de viviendas de adobe y bahareque donde el insecto puede anidar sin problemas, existen municipios del centro como Juticalpa donde se concentran la mayoría de los casos.
A la fecha se han detectado 166 casos, de los cuales 61 están confirmados científicamente y los demás están en etapa de estudio.
Entre los municipios más afectados están Manto con 42 casos, Juticalpa con 29 y San Francisco de La Paz con 56 personas infectadas.
Estas cifras representan un repunte de la enfermedad pues según las autoridades de la Región de Salud 15 en Olancho, hace unos cinco años se detectaba un máximo de 80 pacientes con la enfermedad.
Y lo peor del caso es que la detección se realiza en la etapa crónica, cuando los pacientes comienzan a presentar problemas cardíacos.
Y apenas el 50 por ciento de los pacientes que sufren el mal reciben el tratamiento médico adecuado, pues muchos trabajadores al apenas sentir que los síntomas se reducen abandonan las visitas al control médico.
Ofelia Martínez, epidemióloga local, explicó que lo peligroso de la enfermedad radica en que únicamente el 20 por ciento de las personas infectadas por la chinche presentan inflamaciones en la vista, mientras el 80 por ciento incuban el virus de forma asintomática.
“Es con el pasar de los años que la mayoría de las personas presentan afecciones cardíacas, por lo que se recomienda que todos los vecinos de la comunidad de procedencia sean evaluados por un médico”, advirtió la galena.
Además, se da especial atención a las mujeres embarazadas de las zonas afectadas por la enfermedad, porque la madre puede transmitir la enfermedad a su hijo durante el estado de gestación.
Acciones
Para erradicar la enfermedad, las autoridades sanitarias desarrollan campañas de limpieza, encuestas y rociado de insecticida en las comunidades donde se han detectado personas infectadas.
En las comunidades con mayor prevalencia de la enfermedad incluso se han desarrollado visitas domiciliarias para evaluar a los vecinos de personas que padecen el mal.
Y con las campañas de concientización se ha logrado que los ciudadanos acudan a los centros de salud a realizarse evaluaciones preventivas apenas se enteran que uno de sus vecinos está infectado. Se cree que la migración del insecto de las zonas boscosas y montañosas al interior de las ciudades se debe a la deforestación que impera en los bosques del departamento como consecuencia del control de la plaga del gorgojo y los incendios forestales