El Congreso Nacional aprobará esta semana en su tercer y último debate la Ley de Excarcelación por Razones Humanitarias, la que permitirá descongestionar los centros penales.
Se estima que unos 400 privados de libertad serían beneficiados con esta ley que ordena la libertad inmediata y básicamente oficiosa de aquellos reclusos y reclusas que se encuentren en situaciones especiales.
La medida tendría carácter temporal y sería aplicada a los condenados que tengan 70 años o más de edad, además a los discapacitados en estado de postración.
Asimismo, los privados de libertad, procesados o condenados que adolezcan de grave e incurable enfermedad, que permita pronosticar razonablemente un deceso a corto plazo, mediante el dictamen de los médicos penitenciarios o del sistema de salud nacional, a criterio del juez de ejecución con más de 60 años.
También los reclusos y reclusas con juicio bajo el Código Procesal Penal del 24 de octubre de 1984, que hayan permanecido recluidos, al menos, la mitad del tiempo que correspondería al máximo de la pena aplicable a su caso y no hayan sido condenados.
El decreto incluye a los presidiarios que hayan cumplido el tiempo de reclusión que les permita tramitar una libertad condicional y aquellos cuyos juicios hayan durado más de diez años sin que se haya dictado sentencia.
La motivación del proyectista, diputado Rodolfo Irías Navas, “es procurar una salida expedita y sin mayor dilación de los reclusos y reclusas ancianos, enfermos graves y los discapacitados que han perdido sus condiciones ambulatorias”.
La ley sería de carácter temporal, lo que determina que su período de vigencia sería de un año, período en el que el Poder Judicial, los jueces de letras y de ejecución con la participación del Comisionado de los Derechos Humanos, puedan evacuar la salida de los beneficiados sin el trámite engorroso que imponen las leyes.
En cuanto al tema de la excarcelación de privados de libertad, con el fin de aliviar la carga en los centros penales, el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, explicó que la idea tiene como fin, en primer lugar, una decisión humanitaria con personas cuya salud está muy alterada y terminal y a su vez impulsar el descongestionamiento de los reclusorios.
La ley ya fue aprobada en su primer debate y se espera que esta semana sea aprobada en el tercer y último debate, debido a la urgencia de descargar las prisiones.