Tegucigalpa, Honduras.-A simple vista, el Bono de Alivio Climático parece una ayuda solidaria del gobierno para familias afectadas por las lluvias.
Sin embargo, detrás de la entrega de dinero y los discursos de empatía, analistas ven un trasfondo político que despierta sospechas y polémica.
Durante las últimas semanas, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) han recorrido municipios de Cortés, Francisco Morazán, Atlántida y Comayagua, entregando la asistencia económica.
En cada acto hay banderas de Libertad y Refundación (Libre) y discursos que, según los críticos, se parecen más a un mitin político que a un operativo de emergencia.
“Lo están usando políticamente a favor de la candidata del gobierno, lo están entregando en departamentos donde no hay emergencia climática”, señaló la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, quien calificó el mecanismo como una “humillación a los pobres”.
“Los reúnen en un salón y les ponen la fotografía de la candidata. No lo están dando en el sur del país, donde las inundaciones llevan más de una semana. Esto demuestra que no es interés de ayudar, sino de cooptar votos. Esto es compra de votos”, criticó la socióloga.
A pesar de los señalamientos, el Gobierno continúa con la entrega del beneficio.
Recientemente, más de 1,100 hogares fueron beneficiados en Santa Lucía y en comunidades aledañas del Distrito Central, también se extiende la entrega en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, como parte del programa.
Según los registros oficiales, 661.1 millones de lempiras están siendo distribuidos en distintas zonas del país bajo el concepto del Bono.
El representante de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Juan Carlos Aguilar, recordó que la instrumentalización política de bonos y ayudas “no es nueva” en el país, y consideró que esas malas prácticas deben erradicarse.
“Lamentablemente, no solo este gobierno, sino también los anteriores, han usado los bonos para generar clientelismo y dependencia. Son estructuras presupuestarias manipuladas con fines políticos. Lo que se debe generar son políticas públicas sostenibles, no dádivas ni migajas cada cierto tiempo o en campaña electoral”, señaló Aguilar.
El debate se intensifica debido a que líderes opositores aseguran que el gobierno pretende aprovechar los recursos públicos para ganar simpatías antes de las elecciones. El diputado Yavé Sabillón, fue contundente al afirmar que “el pueblo ya no se deja comprar”.
“Ese dinero es del pueblo, son préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial y del Banco Centroamericano de Integración Económica, la gente puede recibirlo, pero no tiene compromiso con el gobierno. Es un error pensar que el bono se traducirá en votos. El pueblo ya está cansado y más consciente que antes”, afirmó.
El congresista liberal cuestionó que más de 700 millones de lempiras se están distribuyendo con motivaciones políticas en vez de destinarlo a la generación de empleos y obras de infraestructura en regiones del país que ha sido bastante golpeada por la pobreza.
“Con el pueblo no se juega. Si se hubieran preocupado desde el primer año en cumplirle, no estarían esta situación, ya es demasiado tarde”, sentenció.