TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, en su acusación formal, aseguró que el expresidente Juan Orlando Hernández apoyó la extradición en Honduras (2012), pero prometió proteger a sus aliados.
La aseveración aparece en el cargo uno que le imputa Estados Unidos a Hernández (conspiración para importar cocaína).
“En o alrededor de 2012, Hernández apoyó públicamente una enmienda a la Constitución de Honduras que, por primera vez, autorizó la extradición de ciudadanos hondureños a los Estados Unidos para ser procesados por cargos de narcotráfico”, indica el documento.
“Sin embargo, durante reuniones privadas, Hernández Alvarado y otros funcionarios públicos prominentes en Honduras prometieron proteger a sus aliados del narcotráfico del arresto y la extradición a los Estados Unidos”, detalla.
En ese sentido, la acusación formal de Estados Unidos explica que la protección era a “cambio de grandes pagos de ganancias del narcotráfico y apoyo en las próximas elecciones”.
En 2017, cuando Hernández logró ser elegido para un segundo mandato en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición y enfrentamientos ciudadanos que dejaron una treintena de muertos, Estados Unidos fue uno de los primeros gobiernos en saludar su triunfo.
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Pero ahora fiscales de Nueva York lo consideran parte de un clan que traficó unas 500 toneladas de cocaína de Honduras a Estados Unidos desde 2004.
JOH, como se le conoce por sus iniciales, es un abogado derechista de 53 años que dejó el poder el 27 de enero a la izquierdista Xiomara Castro.
Fue presidente ocho años y antes lideró el Congreso Nacional. En ambos cargos se jactó de su lealtad a Estados Unidos en la lucha contra el tráfico de drogas.
“Soy inocente, soy víctima de una venganza y una conspiración. Estoy seguro de que Dios me hará justicia”, escribió desde una prisión de la policía donde permaneció encarcelado desde mediados de febrero hasta el día de su extradición.
“Tres cadenas perpetuas podrían llegar a constituirme en un muerto en vida”, dijo también Hernández, previendo las duras condenas que quizás le esperen por los tres delitos de narcotráfico y porte de armas.
Hernández fue extraditado este jueves en un avión de la DEA desde Tegucigalpa hacia Estados Unidos, donde será juzgado por narcotráfico y puede enfrentar una pena de cadena perpetua.
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