Tegucigalpa, Honduras.- Un total de 14 menores de edad permanecen hospitalizados en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (CEHNIQ), haciendo que la ocupación de la sala alcanzara el 100%.
Alfredo Ortiz, portavoz del centro que es parte de la Fundación para el Niño Quemado (Fundaniquem), manifestó que diariamente están llegando de uno a cuatro menores con quemaduras en diferentes partes del cuerpo por diversas circunstancias, por lo que se están habilitando más camas para ampliar la capacidad.
Los ingresos más recientes fueron tres menores procedentes de la zona norte del país; dos de ellos hermanos, un niño de siete años y una adolescente de 14 años que presentaron quemaduras en el 80% y 62% de su cuerpo respectivamente al incendiarse su casa.
Ambos fueron trasladados al centro vía aérea, su estado es crítico; sin embargo, los doctores realizan la acciones para salvarles la vida.
El tercer paciente es un niño de tres años quien sufrió quemaduras en el 25% de su cuerpo cuando sus hermanos manipulaban un líquido inflamable mientras realizaban un trabajo escolar.
En lo que va del año CEHNIQ ha brindado más de 300 atenciones a menores que resultaron son quemaduras; la mayoría de ellos ha sido por líquidos calientes, electricidad, flama y por contacto con escapes de motocicleta.
"La mayoría de las quemaduras se da en las cocinas, es por ello que insistimos en que los padres no deben permitir que los menores ingresen a las cocinas", dijo Ortiz.
No obstante, se atendieron unos 12 menores que presentaron quemaduras con líquidos inflamables, además unos nueve niños se han atendido por la manipulación de pólvora.
El caso más reciente por el uso de pólvora es el de un menor de 15 años procedente de Yamaranguila, Intibucá; el adolescente manipuló un cohete conocido como varilla que explotó en su mano derecha.
La explosión causó un severo daño en la extremidad, por lo que los médicos no tuvieron otra alternativa que amputarle la mano.
De acuerdo a declaraciones que dio el joven a los doctores del centro asistencial, encontró el cohete en el suelo y decidió tomarlo, cuando le explotó en la mano.
Los médicos instaron a los padres de familia a estar atentos a sus hijos para evitar que sufran quemaduras en su cuerpo, causando graves daños.