Ciudad de México, México.- Inés Gómez Mont pasó de ser una reconocida actriz y presentadora de televisión mexicana a una de las personas más buscadas por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
La presentadora se encuentra prófuga de la justicia mexicana desde 2021, es decir, hace más de cuatro años. Las autoridades ya extendieron su búsqueda en más de 190 países.
Pese a los esfuerzos, el paradero de la mujer sigue siendo desconocido; sin embargo, Víctor Álvarez, su esposo, fue detenido el pasado 24 de septiembre en Miami, Estados Unidos.
La Fiscalía acusa a la pareja de cometer los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Desde que se emitió la orden de captura contra ambos el 14 de octubre de 2021, decidieron evadir la justicia y huir del territorio mexicano.
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, la pareja, a través de su despacho “Álvarez Puga & Asociados”, emitió comprobantes fiscales a cambio de recurso público.
En varias ocasiones, dinero que tenía que ser dirigido a programas sociales o mejoras de proyectos de infraestructura terminó en las cuentas personales de los acusados.
Las autoridades estiman que los fraudes cometidos por la pareja implican montos de entre 2,500 y 3,000 millones de pesos.
De momento, la defensa de Álvarez se mantiene luchando por no ser deportado de Estados Unidos; no obstante, existe la posibilidad de que el gobierno mexicano presente una solicitud para lograr la extradición del acusado.
Mientras tanto, la famosa conductora de televisión sigue escondida y sin dar señales del lugar en el que podría estar refugiándose.
Cabe destacar que la presentadora ha afirmado su inocencia en múltiples ocasiones. El último mensaje de este tipo lo publicó el 26 de octubre de 2023.
"Se ha repetido en la opinión pública y redes sociales que me acusan por un supuesto lavado o desvío de 3,000 millones de pesos de un contrato público, lo cual, por supuesto, niego enfáticamente", aseguró.
Desde entonces, Mont no volvió a publicar ningún mensaje o fotografía en sus redes sociales, desapareció del ojo público y, al parecer, también de las manos de las autoridades.