Tegucigalpa, Honduras.— Ante la alarma generada de un potencial fraude electoral y con la convicción de que el voto masivo rompería cualquier intento ilegal de torcer el proceso, diversos sectores de la sociedad hondureña exhortan a la población a salir a ejercer el sufragio el 30 de noviembre.
Casi de forma unánime, las organizaciones de la sociedad, iglesias, gremios profesionales, entre otros, han llegado a la conclusión de que la única manera de evitar un eventual fraude -con el fin de quedarse con la presidencia de la República-, es convencer a la hondureñidad a votar y no quedarse en casa.
Sobre este particular, el director ejecutivo del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad), Gustavo Irías, es del criterio que "un elemento que aporta legitimidad a un proceso electoral, y para que una elección pueda calificarse auténticamente democrática, debe de contar con una alta participación de la ciudadanía ejerciendo el sufragio".
El experto en el estudio de los procesos democráticos en el país, considera que para que haya una influencia multitudinaria en las elecciones generales, en primer lugar: hay que hacer un llamado a la institucionalidad electoral, especialmente al Consejo Nacional Electoral (CNE), por la necesidad de despolarizar la gestión de ese ente electoral.
"Las tensiones y confrontaciones que se han venido dando a su interior (del CNE), particularmente a partir de las elecciones primarias, se convierten en un desincentivo de la participación electoral, crea un ambiente de incertidumbre e incluso nos preocupa ver algunas encuestas con una tendencia a una menor participación", expuso Irías.
Teniendo en cuenta la influencia que tienen los procesos electorales en la vida de un país, especialmente en el ámbito presidencial, según Irías, "las elecciones definen el destino político del país. Son elecciones que afectan las vidas de la familia y de la sociedad y tenemos que participar en función de nuestra preferencia política".
Asistencia masiva, pero en paz
La invitación a vivir un proceso democrático en paz y con civismo viene también de parte de las iglesias; tanto católicos, como evangélicos, concurren en que hay que ir a las urnas y votar por el futuro democrático de nuestro país.
"Nosotros como cristianos invitamos a la población a orar, a pensar en el bien de Honduras y en la importancia de ejercer el sufragio. Es fundamental participar en la vida democrática del país porque todos somos parte y nos corresponde también salir a votar, que cada hondureño se sienta parte de este proceso electoral y pueda realizar su voto con conciencia", alentó el sacerdote José Antonio Chavarría, párroco del municipio de Santa Lucía, en Francisco Morazán.
Con relación a los temores creados de un eventual fraude electoral, el religioso expresó: "La verdad es que se crean muchas narrativas, pero hay una expresión que yo he escuchado que es que el voto masivo podría acabar con cualquier fraude; entonces, invitar a la población a salir a votar para no permitir. Si hay alguien que esté pensando en esto, no lo sé tampoco, pero si hubiera alguien que lo pensara, entiendo que el voto masivo destruiría este fraude".
Para finalizar, Chavarría incitó a los votantes a acudir con patriotismo a las urnas, con amor por Honduras, en un ambiente de paz, de tranquilidad, en búsqueda del bien común, como un derecho ciudadano.
A cuidar la democracia
En un año convulso en materia político electoral, el pastor evangélico, Evelio Reyes, emplaza a los hondureños a cuidar la democracia y una de las formas es ejerciendo el derecho ciudadano de votar en las elecciones generales.
"La democracia siempre requiere un cuidado permanente. Siempre es algo imperfecto, es algo que necesita atención y por eso estamos llamando a la participación ciudadana. El motor y la sangre de las sociedades libres es la participación ciudadana", manifestó Evelio Reyes.
Agregó: "Por eso estamos golpeando a la conciencia de la ciudadanía y estamos invitando para que todos salgamos a votar en masa", recalcó el pastor de la iglesia Vida Abundante.
Los entrevistados concordaron en que es importante que la ciudadanía, independientemente del comportamiento de la institucionalidad, tenga la conciencia de que es un deber ciudadano y que las elecciones definen el destino político de este país.
