TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde la Sala de Redacción de EL HERALDO, pocas horas después de haber ofrecido su más reciente concierto en Tegucigalpa, Los Rabanes se sentaron a conversar sobre su cercanía con el público hondureño, la expansión hacia una generación cada vez más digital y la promoción de su nuevo material discográfico.
“El público catracho siempre es increíble, la verdad que nos tratan a otro meganivel, y anoche no fue la excepción. Nos sentimos muy felices de volver a Honduras”, expresó Randy Cuevas, quien introdujo a la banda a una transmisión especial a través del Facebook de este rotativo.
Por su parte, Emilio Regueira mencionó que “tocar para un público por medio de una invitación abierta, gratuita, trajo gente de todos los gustos, por lo que tuvimos que hacer un sancocho o ‘tutti frutti’ para complacerlos a todos”.
Eso sí, dejó en claro que “Señorita, a mí me gusta su style” abrió y cerró la jornada, que se extendió entre otros éxitos como My Commanding Wife, “Bam bam” y “Se murió Manuela”, además de algunos tributos trabajados en pandemia y música nueva.
“Creo que esos clásicos están grabados en el corazón de los hondureños porque me di cuenta que de verdad los vivían, y nos sentimos muy contentos con eso”, agregó el vocalista.
Sencillo y disco
La ocasión además sirvió para que la agrupación panameña promocionara “Ron y tequila”, el primer sencillo correspondiente a su nuevo álbum de estudio, “Los hombres también lloran”, una producción completa que verá la luz este 26 de enero y cuyo segundo tema llevará el mismo nombre.
“Ahora mismo estamos presentando este material aquí en Honduras, tal como lo hemos hecho en diferentes países de la región. ‘Ron y tequila’, con un nombre ligado a Los Rabanes, siempre con la parranda y la fiesta, es una canción cuya letra lleva a meditar, a agradecer, a tener un pensamiento más positivo, algo muy necesario después de tantas cosas que hemos sobrevivido”, comentó Christian Torres.
Nuevas generaciones
Y respecto a su acercamiento con las nuevas generaciones, la banda asegura que en cuanto más comenzaron a entrar en plataformas digitales, se dieron cuenta de que su audiencia “creció increíble”.
“En 2020, con todo lo que pasó con la pandemia, hicimos un experimento digital que nos funcionó mucho. Nosotros venimos de la era de Nirvana; somos grunch, rock, punk... muchas fusiones. Para nosotros la música era promocionarla tradicionalmente con una gira de conciertos. Fue hasta en 2018, en Las Vegas, en los Grammy, que comenzamos a digitalizarla. Eran las mismas canciones, pero puestas en distribución digital. De ahí apareció mucha gente de nuestra edad, y también muchos fans nuevos, sobre todo de Chile, México y Centroamérica”, recordó Emilio.
“Entonces, al tener este nuevo potencial de fanáticos digitales, no pudimos hacer más que grabar desde nuestros hogares el disco anterior a este, que se llamó ‘A todo volumen Pandemia Records’, y que tuvo muchas colaboraciones de lujo; con Beto Cuevas, Los Pericos, Molotov, Los Auténticos Decadentes, Vampiros, Maná, entre otras bandas y artistas. Eso nos puso en una antesala muy buena para “Los hombres también lloran”, apuntó el vocalista.
Fusiones atemporales
Finalmente, el grupo hizo alusión a la atemporalidad como un sello de su música, argumentando que “la fusión está en el ADN de Los Rabanes”.
“Lo que nos ha caracterizado, disco a disco, es que no nos quedamos en una sola línea, sino que vamos probando nuevos ritmos, nos atrevemos a hacer cosas diferentes. Por ejemplo, hace varios años colaboramos con Don Omar, cuando era imposible pensar que el rock se podía fusionar con el reguetón”, comentó Randy Cuevas.