Tegucigalpa, Honduras.- La candidata presidencial por el partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, afirmó que la migración hondureña se desbordó a partir del golpe de Estado de 2009, como si fuese el tema político la causa principal.
“¿Cuándo se desbordó la migración? Se desbordó a partir del golpe de Estado (en 2009)”, aseguró (desde el minuto 45:19).
Es una verdad a medias. Aunque su afirmación tiene base en datos históricos, omite otros factores determinantes como la pobreza, la violencia, la inseguridad y el colapso institucional, según diversos informes y expertos consultados.
EL HERALDO Verifica solicitó a Moncada precisar su afirmación, pero al cierre de este fact-check no se obtuvo respuesta.
Factores más allá del golpe
Antes y después de 2009, la migración hondureña ha estado impulsada por causas estructurales como la violencia, la pobreza, la falta de empleo, el desplazamiento forzado y, más recientemente, los efectos del cambio climático.
Un informe conjunto del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) y del Observatorio de Migraciones Internacionales en Honduras (OMIH-UNAH), titulado “Ciclos migratorios en Honduras”, concluye que el actual ciclo migratorio comenzó tras el golpe, pero se ha sostenido por múltiples factores de índole económica y social.
“La migración posterior a 2009 se caracteriza por nuevas motivaciones como el desplazamiento forzado por violencia, el crimen organizado, la extorsión y el colapso institucional”, señala el documento.
Los flujos anteriores, como los de 1998 tras el huracán Mitch, eran principalmente económicos. Desde 2009, la migración incluye causas más complejas: deterioro institucional, inseguridad, exclusión y pérdida de confianza en el Estado.
Otro documento, "Cultura del destierro: causas y consecuencias de la migración hondureña (1980‑2020)", coincide en señalar que 2009 fue un momento crucial que transformó las dinámicas migratorias del país. Pero también enfatiza que las migraciones masivas derivan de la pobreza y la falta de oportunidades.
“A partir de 2009 se consolidó un nuevo patrón marcado por el desplazamiento forzado, la violencia y la desesperanza institucional”, afirma el texto.
Uno de sus hallazgos más críticos es que el Estado, especialmente en áreas rurales, dejó de ejercer su papel como garante de derechos, provocando una sensación de abandono y expulsión.
Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reporta que más de 3,100 personas migraron huyendo de la violencia urbana, maras y amenazas.
Estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) reflejan un aumento considerable de migrantes hondureños aprehendidos en la frontera sur: en 2009 fueron cerca de 33,000 y para 2014 esa cifra se triplicó, superando los 107,000.
La experta en migración y derechos humanos, Itsmania Platero, también confirmó a EL HERALDO Verifica que la migración posterior a 2009 respondió no solo a la crisis política, sino a factores económicos y de seguridad.
“La recesión económica mundial de 2008 y 2009 afectó a muchos países, incluyendo Honduras. Esto generó desempleo, pobreza y migración”, consideró.
“La violencia ligada al crimen organizado y las pandillas en 2011, especialmente en zonas urbanas, generó un clima de inseguridad que llevó a muchas familias a migrar. Incluso se disparó la migración infantil hacia Estados Unidos”, añadió.
En conclusión, si bien es cierto que la migración aumentó después del golpe de Estado de 2009, como sostuvo Moncada, su afirmación omite elementos clave. Expertos, datos oficiales e informes especializados coinciden en que la migración es consecuencia de un conjunto de factores acumulados: crisis política, pobreza, violencia, colapso institucional, inseguridad y falta de oportunidades.