Tegucigalpa, Honduras.- Deepfakes, campañas de desinformación, discursos polarizantes y un ecosistema digital saturado de engaños marcaron el martes 11 de noviembre el conversatorio “Desmontando la desinformación”, una jornada de análisis organizada por EH Verifica y LA PRENSA Verifica en la Universidad José Cecilio del Valle (UJCV).
El evento, parte del programa de educación mediática de ambas redacciones, reunió a unas 50 personas y fue transmitido en vivo por las plataformas de EL HERALDO.
La actividad se desarrolló en un contexto de creciente desconfianza hacia las fuentes oficiales y de circulación masiva de contenido fabricado, agravado por el uso intensivo de inteligencia artificial.
Los panelistas advirtieron que la manipulación informativa se ha convertido en una de las principales amenazas de la campaña electoral rumbo a los comicios del 30 de noviembre.
Deepfakes: un riesgo creciente
El primer módulo del conversatorio estuvo dedicado al análisis de los deepfakes, contenidos sintéticos y operaciones de influencia, y fue desarrollado por Carlos Girón, editor de las unidades de verificación, y Eduardo Domínguez, editor de las áreas de investigación de EL HERALDO y LA PRENSA.
Los expositores mostraron ejemplos de videos y perfiles generados con IA que circulan en redes sociales hondureñas.
Las piezas exhibidas ilustraron cómo se elaboran identidades falsas que aparentan ser ciudadanos reales, utilizadas para amplificar mensajes favorables al oficialismo o para atacar a candidatos de oposición.
También detallaron cómo estas cuentas participan en conversaciones coordinadas, promoviendo narrativas que intentan moldear la percepción pública.
El módulo explicó que la IA permite, con relativa facilidad, crear rostros, voces y escenarios que no existen, lo que vuelve más difícil para el ciudadano promedio distinguir entre contenido auténtico y material fabricado.
Asimismo, abordó cómo los algoritmos de recomendación de plataformas como TikTok, Facebook y X favorecen la viralización de estos elementos, generando un entorno informativo saturado de engaños.
La presentación también describió el incremento de videos manipulados, audios alterados y fotografías sintéticas que circulan en los grupos políticos más activos, junto con las técnicas utilizadas para su distribución masiva.
Los panelistas enfatizaron que estas prácticas ya forman parte del ecosistema informativo hondureño y representan un riesgo para la deliberación democrática.
Narrativas electorales falsas
El segundo módulo se enfocó en la desinformación electoral y fue presentado por José Quezada, coeditor de los equipos de verificación, y Paola Ávila, encargada del programa de educación mediática.
Ambos identificaron las principales líneas de desinformación que afectan el proceso electoral, entre ellas las citas falsas atribuidas a los candidatos, la circulación de videos y fotografías descontextualizadas y los montajes diseñados para generar percepciones erróneas sobre actos de campaña o decisiones partidarias.
Los especialistas señalaron que las narrativas más frecuentes apelan al miedo, la confusión o la indignación, lo que facilita su rápida difusión.
También abordaron cómo la desinformación explota la polarización existente, pues los usuarios tienden a compartir contenido que refuerza sus creencias políticas sin verificar su autenticidad.
El módulo destacó el papel del discurso de odio, que se expande con facilidad en entornos digitales polarizados, y cómo este tipo de mensajes deteriora el debate público y dificulta el ejercicio del voto informado.
Se expusieron además ejemplos de campañas que buscan deslegitimar las instituciones electorales, lo que aumenta las tensiones de cara a los comicios.
Radiografía electoral
El tercer módulo estuvo dedicado al análisis del panorama electoral hondureño y fue conducido por Daniel Girón, periodista de investigación y datos; César Espinal, coordinador del Observatorio de Política Criminal Anticorrupción del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y nuevamente Eduardo Domínguez.
Los expositores realizaron una radiografía de los comicios del 30 de noviembre, señalando que el proceso está marcado por división política, tensiones institucionales y un ambiente de profunda polarización.
El espacio examina la evolución del voto, el comportamiento histórico del electorado y la importancia del nuevo votante, un segmento que tendrá un peso determinante en los resultados.
El análisis incluyó factores como participación ciudadana, expectativas generacionales, consumo digital de información y exposición a contenido engañoso.
Los ponentes detallaron que la combinación de desinformación, crisis de confianza y propaganda digital puede influir en el comportamiento electoral, especialmente entre los ciudadanos que consumen información mayoritariamente a través de redes sociales.
Academia y responsabilidad
La decana de la UJCV, Graciela Guillén, y el jefe de investigaciones, Cristian Calderón, destacaron el esfuerzo de la universidad por fomentar el pensamiento crítico del estudiantado y generar investigaciones científicas que contribuyan a comprender la desinformación en Honduras.
Ambos subrayaron la importancia de promover el voto razonado para contrarrestar la manipulación digital.
El conversatorio fue moderado por Cesia Paguada, analista SEO de Grupo OPSA, quien resaltó la necesidad de que la ciudadanía refuerce sus habilidades de verificación y evaluación de contenido.
El mensaje final coincidió en un llamado común: Honduras necesita votantes informados que prioricen la evidencia sobre la manipulación digital.