Elecciones en Honduras

Qué son las Juntas Receptoras, donde se cocinan los votos de las elecciones

La nueva Ley Electoral propone a cinco integrantes de las desaparecidas MER, pero solo representantes del Partido Nacional, Libre y Liberal ocuparán los cargos de presidente, secretario y escrutador

22.09.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Para muchos hablar de las Juntas Receptoras de Votos, lo que antes conocíamos como MER, parece un tema aburrido, pero resulta que allí es donde se cocinan los resultados de las elecciones.

Allí se abren y cierras las urnas, ayudan a los votantes durante el proceso, se encargan de contar los votos y también de transcribir los resultados en el Acta de Cierre.

Quienes están en mesas, como solemos decir los hondureños, comienzan su trabajo días antes, ya que deben ser capacitados para el día de las elecciones.

Cada partido los acredita ante el CNE y cuando llega el gran día forman parte del grupo que está desde las 5:30 de la mañana hasta que todo el proceso -incluido el conteo de votos- finaliza.

Por esta y una infinidad de razones más, quienes están en las Juntas Receptoras de Votos deben tener vocación ciudadana, pues no cualquiera se sacrifica por la democracia del país, en palabras del analista político Miguel Cálix.

'Lo que es garantía de transparencia, corrección, credibilidad y confianza es que se designen personas con vocación ciudadana, con compromiso democrático, que sean personas que están claras que su rol es administrar una elección con justicia', mencionó el experto.

Pero, ¿qué tan importante es el papel de las personas que están en las desaparecidas MER?

La respuesta es sencilla. ¿Recuerdan las denuncias de tráfico de credenciales?, pues había instituciones políticas que pagaban para adquirir la identificación de representantes de partidos emergentes para tener mayoría en caso de haber una duda en el Acta de Cierre enviada al ente electoral.

Bueno, este incidente ocurrió una y otra vez en cada proceso electoral, por eso, con la nueva Ley Electoral solo dieron poder de representación a las instituciones con más votantes: el Partido Nacional, Libre y Liberal.

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Entre ellos se elige al presidente, secretario y escrutador de cada Junta Receptora, mientras que el CNE sorteará entre los 11 partidos minoritarios dos cargos de vocales.

Esta decisión causó malestar entre las instituciones emergentes, especialmente una de ellas que su presidenciable prometió 'paralizar el país' si no tenía representantes en las desaparecidas MER.

El candidato afirmó que en 2017 había logrado miles de votos por lo que tenía una buena masa electoral, pero un documento del CNE al que tuvo acceso EL HERALDO muestra que está entre las instituciones políticas que no logró -ni siquiera- llenar las candidaturas a alcaldes en los 298 municipios.

'Si son partidos que no pudieron completar planillas para alcaldías piensan qué van a poder completar miembros en las mesas', cuestionó Cálix, refiriéndose a las 20 mil mesas electorales que habrá a nivel nacional.

“Pongamos que cada partido (minoritario) deba poner 6,000 mil miembros de mesa, entonces miremos cuántos votos sacaron en las elecciones, muchos no sacaron ni 3,000 votos, entonces ¿de dónde van a sacar esas 6,000 personas?”, consultó el también abogado.

El experto se refirió al procedimiento para elegir a los dos vocales que representarán a las instituciones minoritarias: multiplicar las 20 mil mesas por los dos vocales, entre los 11 partidos. El resultado nos arroja a unos 3,636 representantes a nivel nacional.

Esto tomando como referencia a la nueva Ley Electoral. Anteriormente cada partido ponía su propio representante por mesa y como los minoritarios no tenían la gente, allí es donde se daba el tráfico de credenciales.

Con la nueva Ley Electoral no significa que esto no pueda ocurrir, peor aún si las credenciales son entregadas sin nombre, pero todavía falta saber qué decisión tomará el CNE.

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Además, está pendiente la resolución de un recurso de amparo que interpusieron los partidos minoritarios en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para tener representación en las mesas, es decir, volver a la ley anterior.

Para Cálix esto representa el mismo problema, pues no todos los candidatos tendrán la honestidad de decir 'no tengo gente para poner en las mesas' y volverá el negocio del tráfico de credenciales.