Economía

Gobierno admite fracaso de su programa fiscal

El gobierno ha anunciado que su déficit fiscal para este año será de -4.5% del PIB, no obstante, diversos sectores coinciden que el resultado será superior al -6%.

17.04.2013

La situación fiscal del gobierno hondureño es crítica. Así lo han revelado organismos como el Colegio de Economistas de Honduras (CHE), el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las autoridades se resisten aceptar el fracaso de su programa fiscal. Sin embargo, el Banco Central de Honduras (BCH), en el Programa Monetario 2013-2014, reconoce que “a pesar de las medidas fiscales tomadas en los dos años precedentes para la contención del gasto, así como las relacionadas a incrementar la captación de recursos vía recaudaciones tributarias, estas no alcanzaron las metas previstas para 2012, lo que resultó en un déficit de 6% del PIB (4.6% en 2011) en la cuenta financiera de la administración central”.

La Secretaría de Finanzas (Sefin) estimó que el déficit fiscal del gobierno central sería de 3.5% del PIB en 2012 y al final de ese periodo el resultado fue de 6%, equivalente a 21,687 millones de lempiras.

El gobierno del presidente nacionalista Porfirio Lobo Sosa quedará en la historia de la administración pública como el más “paquetazos” fiscales aprobó en sus cuatro años de gestión. Hasta la fecha ha aprobado nueve ajustes fiscales.

Balance

Un estudio preparado por el BCH señala que el déficit de la administración central como porcentaje del PIB se ubicó en 6%, debido a que los gastos totales que representaron el 22.8% del producto interno bruto (81,941.9 millones) se incrementaron en 13.5% en comparación a 2011, mientras que los ingresos totales presentaron un aumento de 5.9%, ascendiendo a 60,255.0 millones (16.8% del PIB).

El crecimiento de los ingresos totales se debió a la expansión de los ingresos tributarios en un 6% en relación a 2011 (2,953.8 millones); sin embargo, los ingresos fueron menores a los programados (55,046 millones), debido a que no se hicieron efectivas las recaudaciones previstas por la declaratoria de inconstitucionalidad del Decreto Legislativo No. 42-2011. Por su parte, los ingresos de capital denotan una caída de 8%, originado esencialmente por la disminución en las donaciones.

Los gastos totales estuvieron conformados en un 79.1% por gastos corrientes y en 20.9% por gastos de capital. Los gastos corrientes se situaron en 64,836.3 millones de lempiras, registrando una variación interanual de 14.2%, debido al incremento de remuneraciones (que representan el 53.7% del total), transferencias corrientes, compra de bienes y servicios (incluyendo aquellos destinados a mejorar la seguridad y defensa) y al pago de intereses por deuda interna.

El déficit fue de 21,686.9 millones, del cual 59.8% fue cubierto con financiamiento interno (12,963.4 millones) y el 40.2% con crédito externo (8,723.5 millones).

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