TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ante la insuficiencia de recursos para cubrir las obligaciones del Estado, el Gabinete Económico de la presidenta Xiomara Castro estaría buscando declarar una emergencia fiscal y financiera vía decreto que les permita obtener recursos del Banco Central de Honduras (BCH), según informaron fuentes consultadas por EL HERALDO.
Para ello, en los próximos días podrían someter la iniciativa al Congreso Nacional (CN). El argumento de la Secretaría de Finanzas (Sefin) es que la disponibilidad de fondos en la tesorería del Estado es insuficiente para cubrir vencimientos de alrededor de 8,000 millones de lempiras de deuda interna en marzo próximo.
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Además, se registra una significativa deuda flotante, así como gastos corrientes y pagos atrasados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). Para hacer esos pagos, Sefin estaría solicitando un primer financiamiento de 11,000 millones de lempiras de fondos del BCH. También accedería a cerca de 344 millones de dólares (L 8,500 millones de lempiras) de los Derechos Especiales de Giro (DEG) aprobados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la emergencia del covid-19.
Aunque el diputado Hugo Noé Pino, la semana pasada, dejó entrever que Finanzas habría resuelto la falta de recursos a través de un préstamo del BCH, la presidenta de esa institución, Rebeca Santos, comentó que no se han dado recursos. Mientras que la secretaria de Finanzas, Rixi Moncada, no se ha referido al tema.
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Análisis de economistas
El endeudamiento es normal cada año, ya que los ingresos tributarios siempre son insuficientes, explican expertos. Sin embargo, dicen que la declaratoria de emergencia fiscal puede ser contraproducente. “Un decreto de ese tipo le generaría mala imagen al gobierno, el precio de los bonos soberanos disminuiría con el consiguiente impacto en el aumento de las tasas de interés, encarecimiento del crédito y más inflación, entre otros”, explica la economista Liliana Castillo.
Sería “factible solo que las recaudaciones disminuyeron a tal grado que no fueran suficientes para hacer frente a los gastos más prioritarios y aún en esta situación primero tendría que recurrirse a la reducción del gobierno y a la revisión de salarios”, agrega. No obstante, al 3 de febrero se recaudaron L 9,170 millones. Mientras que los gastos sumaron L10,210 millones.
Los funcionarios del gobierno anterior afirmaron, previo a su salida, que al cierre de diciembre había un saldo de unos L 5,000 millones. Es decir, que el gobierno actual tendría unos L 4,000 millones disponibles en caja, pero han manifestado que encontraron un Estado “quebrado”.
“Un decreto de emergencia se vería escandaloso y coyuntural pues ya se sobreentiende la restricción en el gasto social que genera el endeudamiento total interno y externo”, explicó el economista Alejandro Aronne. Explican que la alternativa para no declarar una emergencia es reperfilar la deuda interna.
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