Es inevitable que en cada mente catracha no rechine aquel 12 de agosto de 2009, en el que la Bicolor limó la aspereza de la situación política del país, y ganó gran parte de su clasificación al Mundial de Sudáfrica, con una paliza histórica sobre Costa Rica, en un majestuoso Estadio Olímpico.
El simple hecho de apabullar 4-0 al más acérrimo rival de Centroamérica y de sellar la mayor goleada hondureña sobre los Ticos habla de la connotación de ese partido, pero se magnifica aún más al repasar el entorno y el grado de polémica en el que estuvo envuelto el árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez.
La polémica del juego
Con Costa Rica liderando esa hexagonal, con 12 puntos, y con una Honduras necesitada de ganar para no quedarse estancada con siete Unidades, el juego planteaba a un equipo de Reinaldo Rueda que salió decidido a abrumar a su rival desde el primer pitazo del juego.
Eso se vio reflejado a los 17, cuando Mauricio Sabillón hacía explotar el coloso sampedrano con el aval arbitral; sin embargo, tras varios minutos de diálogo, Marco se retractaba de su decisión al darse cuenta que la pelota ingresó cuando el portero Tico Keylor Navas estaba tirado en el pasto por una lesión en el tabique nasal.
“Ya sabíamos cómo era el árbitro y tuvimos que aguantar eso en nuestra propia casa”, decía en su momento Dani Turcios, quien justamente participó en el preámbulo de esa anotación frustrada.
Empieza la goleada
La anulación de la jugada de gol prendía a la enardecida afición catracha, pero, a la vez, le daba mayor energía a la Bicolor para que fuera furiosamente al ataque y celebrara en cuatro ocasiones.
Carlo Coslty, sobre los 30, aprovechaba una cesión espectacular de Carlos Pavón para vacunar al ingresado Ricardo González, con un inapelable zurdazo. El 1-0 le daba solvencia a la Selección Nacional y en el complemento vendrían tres zarpazos más para completar la inédita goleada.
Solo habían pasado cinco minutos del descanso, cuando el eterno goleador, Carlos Pavón, se hacía de una media vuelta fuera del área para cachetear el balón con una admirable exquisitez y poner el 2-0 en el tablero.
Se finiquita la historia
La fiesta estaba alcanzando su mayor plenitud y sobre el final vendrían dos golpes más para completar la faena.
A uno del final, Melvin Valladares recortaba dentro de las 18 y de zurda cruzaba el 3-0, para que luego, en el tiempo agregado, Costly aprovechara una gran jugada de Rambo y pusiera el contundente 4-0 con el que Honduras llegaba a 10 puntos en siete jornadas y fortalecía su camino hacia tierras mundialistas.
