La capital de Honduras se paralizó este viernes ante el partido de la Selección Nacional y Ecuador.
El Parque Central de Tegucigalpa fue uno de los escenarios en los que una multitud expectante siguió el partido en pantalla gigante.
Hombres, mujeres, niños y niñas detuvieron toda actividad para seguir a los once jugadores con la camisa blanco y azul.
Pero a esta paralización casi total le antecedió una carrera a contrarreloj de vehículos particulares y del transporte público.
Calles, avenidas y bulevares se colmaron de vehículos a eso de las 3:00 PM, cuando una multitud de burócratas y empleados del sector privado emprendieron el camino a sus hogares o centros de entretenimiento para seguir el crucial encuentro.
También los alrededores del Coliseo Nacional de Ingenieros se vieron congestionados por carros estacionados y decenas de personas que buscaban ingresar para ver el partido en la pantalla gigante que se instaló en el lugar.
El tumulto vial dejó al menos cuatro choques en las inmediaciones del hospital Mario Mendoza, Estadio Nacional, Tres Caminos y bulevar Suyapa, mientras que otros cuatro carros se quedaron varados en el anillo periférico, bulevar Suyapa, colonia Miramontes y Miraflores para desesperación de sus ocupantes.