Cada columna que se levanta en el Francisco Martínez lleva el apellido del pueblo; cada ladrillo que se pega invoca alguna calle de la Reina del Aguán, la ardiente y pujante sultana que parece no despertar del sueño que representó sacar boleto a Liga Nacional después de 25 años de fallidos intentos.
“Vamos por buen camino, pero debería ser mejor”, señala, sin sonrojarse, Ricardo Elencoff, el presidente del Aceitero que ve con sospecha el desembolso del dinero gubernamental que todavía ocupa para terminar las obras que exige la Liga Nacional en un estadio enteramente típico del interior.Entusiasmo de la gente.
Construir dos graderías; levantar un cerco de seguridad alrededor del campo y un muro en forma de “L” en el entorno del estadio; mejorar el estado de la grama y reacondicionar los camerinos, son los cuatro puntos cardinales que guían los primeros pasos del Rojo por la Primera División, que ha puesto fecha y rival para su debut en el circuito de honor: agosto 12 ante Choloma.
“La tapia para que la gente no invada la cancha tendrá una malla de nueve pulgadas de alto -así como las que tienen el Nacional y el Olímpico- y el proyecto ha sido desarrollado ad honórem por el ingeniero Sergio Martínez y hecho por el pueblo, por eso tenemos la confianza de terminarla”, agrega Elencoff, que rescata la respuesta del fanático para dar vida a la “Operación Bloque”, que logró recaudar más de tres mil ladrillos en pocos días.
“Por eso nos sentimos orgullosos, porque lo hizo la gente más humilde, ante la indiferencia de la empresa privada, que poco nos ha ayudado”.
Esa sensación de optimismo que sale por los poros de cada tocoeño, tras el ascenso conseguido en la final contra Parrillas One, ha llevado a la creación del Comité de Amigos Promejoramiento del Estadio.La obra maestra...
Con las palabras del titular de la Real Sociedad tratando de encontrar eco en alguna parte del país, el concierto de martillazos, el crujir de la grava o el andar de las carretillas cargadas de arena preparan el escenario de la puesta a punto de las 130 asentaderas que darán vida a las dos graderías que estrenarán los hinchas en agosto: una de Sombra Oeste y otra de Sol Este.
Solo en este apartado, se estima que la municipalidad local invertirá 1.9 millones de lempiras y hay un estudio de factibilidad que, en un futuro, traza la producción de dos tribunas más atrás de los arcos. Agripino Peña, ingeniero a cargo de entregar las gradas antes de agosto 12, no le teme al reto y exclama: “Llegaremos a la tercera jornada de Liga con las dos graderías terminadas. Hace mes y medio estamos trabajando, con 54 hombres, casi 11 horas diarias”.
Será, entonces, la principal carta de presentación de un estadio hecho a la medida de la Liga de Ascenso: mil 400 personas sentadas en la vieja estructura edificada hace 17 años en el barrio San Isidro... Los tiempos cambian; las necesidades, también. Hay que esperar.