Salud y Belleza

Beneficios del bicarbonato y la miel, ¡ tiene que probarlo!

El bicarbonato de sodio es un remedio natural con multitud de beneficios y aplicaciones, se usa tanto para la salud y belleza personal, mientras que la miel también ofrece un gran listado de bondades

25.04.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El bicarbonato de sodio, llamado también como bicarbonato sódico o carbonato, tiene infinitos usos. Se usa tanto para la gastronomía como para la limpieza.

La combinación del bicarbonato de sodio con miel es ideal para tratar problemas dermatológicos, entre ellos los del rostro.

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La Universidad Malasia Kelantan realizó un estudio que muestra que la miel cuenta con propiedades cicatrizantes y antisépticas.

Entretanto, el bicarbonato funciona como exfoliante de la piel, eliminando las células muertas.

Uso como exfoliante

Ingredientes
¼ de taza de bicarbonato de sodio (120 g).
1 taza de miel de abejas (preferiblemente natural) (250 g).

Preparación
Mezcla el bicarbonato con la miel en una olla.
Remueve la mezcla hasta que consigas una pasta espesa y homogénea.
Cocínala, preferiblemente a baño María, durante 10 minutos removiendo de vez en cuando.
Apaga y reserva.

Luego se aplica como cualquier exfoliante sobre la piel.

ADEMÁS: ¿Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla?

Combatir el acné

Las mascarillas aparte de ser baratas son fáciles de elaborar, pero hay que tener en cuenta que, según ciertos estudios, existen riesgos para la piel.

Una de estas investigaciones es la realizada por la entidad científica Europe PMC, y afirma que estos riesgos podrían superar en amplitud a los supuestos beneficios, pues podría provocar irritaciones e inflamaciones cutáneas.

Ingredientes
2 cucharadas de bicarbonato de sodio (30 g).
1 cucharadas de miel de abejas (15 g).
Jugo de limón.

Preparación
Primero, forma una pasta mezclando el bicarbonato con la miel y el jugo de limón.
Después, esparce la mezcla por todo el rostro, en movimientos circulares.
Déjala reposar por 10 minutos.
Retira la mascarilla con agua tibia.
Seca tu rostro a toques con una toalla limpia.
Para terminar, aplica una hidratante para sellar los poros.