Pocos elementos son tan útiles pero tan poco apreciados como las barras de estabilidad o ejes antivolcamiento.
¿Qué son, cómo funcionan y qué mantenimiento requieren? Como su nombre lo indica, el eje estabilizador es simplemente una barra que cruza su vehículo de izquierda a derecha y que permite solidarizar la compresión ejercida sobre las ruedas opuestas.
Es auxiliar al sistema de suspensión para nivelar su vehículo y reducir el peligroso balanceo de lado a lado.
La barra principal no está anclada sólidamente y por ello puede retorcerse con libertad sobre sus soportes o rótulas, que son dos barritas enlace o link que se conectan a cada extremo de la suspensión.
Algunos vehículos tienen dos barras de estabilidad, una en el eje delantero y otra en el eje trasero. Algunos tienen solo la frontal y los ultradeportivos suelen tener barras mucho más gruesas para mejor estabilidad.
En camiones y vehículos de trabajo su diseño varía con respecto de los vehículos livianos.
La importancia de estos elementos es porque minimizan la inclinación lateral que sufre su vehículo principalmente en curvas debido a la fuerza centrífuga.
Sobre terreno bacheado la suspensión será más incómoda debido a que cada rueda estará afectada por el movimiento de la otra, así que los fabricantes siempre afinan cada barra de forma tal que le proporcione la máxima seguridad a alta velocidad sin perder el confort en calles de terracería.
Signos de daño
El primer signo de problemas en el eje antivolcamiento es un sonido de golpes en la suspensión del eje delantero o trasero cuando transita sobre túmulos.
En tal caso, haga revisar las barras estabilizadoras para ver si hay algún tornillo flojo o terminal dañada.
Si las rótulas de los brazos link han perdido lubricación, también se puede escuchar un sonido rechinante similar al de un resorte de cama viejo cuando el carro se mueve de arriba abajo, problema que se soluciona al reponer la lubricación si la construcción de la rótula lo permite. Si no es posible, se deben cambiar los brazos conectores.
| Anomalía
Si escucha ruidos o golpeteos al sortear túmulos a baja velocidad, haga revisar cuanto antes las barras estabilizadoras de su automotor. No comprometa su seguridad.
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Ante este escenario, su seguridad está en peligro. Su vehículo se inclinará en exceso en cada curva y esto puede resultar en pérdida de control o peor aún, en volcamiento.
Si un extremo conector de la barra de estabilidad muestra deterioro es recomendable reemplazar ambos, pues estos suelen gastarse al mismo ritmo.
Seguramente el otro extremo está a punto de fallar también. Prescindiendo de su estado, algunos mecánicos tienen la costumbre preventiva de reemplazar los brazos link cada vez que se cambian los amortiguadores de un eje, lo cual es una medida muy juiciosa.
En algunos casos, lo que se reemplaza únicamente es la rótula de cada brazo o sus bushings, haciendo esta reparación menos onerosa. Una barra o eje estabilizador rara vez necesita reemplazo.
El eje antivolcamiento es un elemento humilde pero vital en la seguridad de su viaje. No se descuide y prevenga. Esté atento a las señales y sonidos extraños para tomar las medidas del caso. De esta forma su paz mental le proporcionará viajes seguros y cómodos.
