Cuando tenía 20 años, Micha Stunz empezó a buscar procedimientos para agrandar su pene.
Stunz comenzó a aplicarse inyecciones de solución salina, y sus conocidos notaron que la zona de su vientre se veía más abultada, según relata.
Con el tiempo quiso buscar una solución más duradera, y supo de la existencia de unas inyecciones de silicona.
Stunz solo pudo conseguir el producto en Londres ya que en su país estaba prohibida y en lugar de buscar asesoramiento médico, acordó con un estudiante de medicina para que le hiciera las primeras aplicaciones.
Tras cuatro procedimientos logró un órgano sexual de 9” de largo (23 cm) y 3,5” de ancho (8,8 cm). En cuanto al peso, dice que no lo puede precisar pero calcula que es de 7,5 a 9,5 libras (3 a 4,3 kg).
El hombre de 45 años dice que ahora se siente más atractivo. Sin embargo sus nuevos atributos le impiden tener relaciones sexuales con normalidad, ya que el peso excesivo de su pene le dificulta la erección.
Stunz se define como una persona tímida que opta por usar el cubículo de los sanitarios públicos para que no lo miren en los mingitorios.
Cuenta que cuando viaja en transporte público cubre la zona de su vientre con la mochila, y trata de llevar pantalones holgados.