TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Simba, el consentido el león, que reside en zoológico Rosy Walther podría ponerse celoso. La causa es que en los próximos meses la atención de los visitantes estará en nuevo integrante que cautivará el corazón de muchos y posiblemente le robe los admiradores.
Se trata de un tierno oso perezoso recién nacido, que envuelto en mantas permanece bajo el cuidado de una bióloga, mientras recupera su salud y las fuerzas, luego que fuera abandonado por su madre.
El pequeño, se convertirá en el nuevo inquilino del recinto, que es el hogar de más de 360 animales de diversas especies, que conviven en un espacio donde el visitante se reencuentra con los recuerdos de su infancia y que se retratan en las decenas de niños que visitan sus instalaciones de la mano de sus padres.
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La cría fue encontrada sola y desprotegida hace unos meses en una de las carreteras de Olancho y el personal del Instituto Nacional de Conservación Forestal (ICF) lo rescató y decidió entregarlo al parque para que se le brindara protección.
Actualmente el pequeño no tiene nombre, pero serán los capitalinos quienes decidan ponerle nombre a través de una encuesta en Facebook.
El bebé perezoso es alimentado con leche de cabra cada seis horas, debido a su lento metabolismo y duerme con un peluche que hace las veces de su madre.
Los Felinos
El pequeño oso no es el único animal del zoológico. Entre la 58 especies nativas y exóticas, están los felinos que se cuentan entre los principales atractivos del Rosy Walther.
Entre ellos está Simba, que es sin duda es el animal emblemático del parque porque todas las personas desean estar presentes cuando ruge, aunque a veces se hace del rogar. Según sus cuidadores, el león hace su rugido cuando el parque está cerrado, sin embargo, suele hacerlo de vez en cuando a la hora del almuerzo.
El zoológico es una dependencia de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MiAmbiente), está ubicado a siete kilómetros del centro de Tegucigalpa, a un costado del Parque Naciones Unidas en El Picacho. Fue fundado el 28 de agosto de 1979, ya casi celebra su 43 aniversario.
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Otra de las preciosuras es “Micho”, el jaguar, que está en una de sus jaulas donde es cuidado meticulosamente y le encanta ser observado por los visitantes, es fanático de las fotografías.
Pero como en todo, siempre hay uno que se exhibe y otro que se esconde como Negrón, una pantera negra que prefiere no ser fotografiada, por lo que decide estar dentro de su guarida hasta que se van los intrusos. No se pueden olvidar los yaguarundíes que sorprenden de su parecido con un animal doméstico.
La dieta de estas fieras se basa en carne de res, pollo, pescado y el cerdo y, su platillo favorito es la cabeza de ternero. Y es que, la alimentación se basa en los requerimientos nutricionales de cada especie, que es suplida gracias a las donaciones de empresas e instituciones.
Además, el cuidado de las áreas es posible gracias a un grupo de voluntarios.
Conservar, rehabilitar y estudiar fauna silvestre y sus hábitats, a través de la investigación y educación ambiental; creando una conexión entre los visitantes y el medio ambiente, promoviendo un manejo responsable de la vida silvestre y asegurando una experiencia diversa, educativa y entretenida, es el objetivo del recinto, según Mi Ambiente.
La entidad lo denomina Centro de Conservación y recuperación de Especies Rosy Walther.
En el mes de su aniversario se realizan diversas actividades, entre ellas el Día Mundial del León. donde Simba fue el centro de atención.
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Y eso lo saben bien los tres cocodrilos que residen en el parque, uno de ellos nos recibió escondido entre el monte y el lodo, no se alegró de ver al equipo de Mi Finde y empezó a gruñir exhibiendo sus enormes mandíbulas.
Por su parte, las serpientes estaban degustando su almuerzo: unos ratones blancos y enrolladas observaban a los visitantes. La Atropoidesnumiffer o Mano de piedra es una de las víboras endémicas de Honduras, es decir que solo acá puede ser avistada y el zoológico la tiene en las vitrinas para que puedan apreciarlas.
¿Y Bruno?
Entre las especies más populares del parque está el irreverente tapir Bruno que se sumerge relajado en el agua de su pileta, muestra sus enormes dientes y tiene una casa enorme, pero sigue esperando a una novia que nunca llegó.
Bruno mantiene una dieta de frutas y vegetales, pero los cuidadores advierten que por sus años (22,) pronto se tendrá que recurrir a conseguir otros tapires; ya que los años de vida promedio para un tapir son 25.
Las múltiples aves que hay en el lugar, permanecen calladas, pero cuando les dan de comer el personal encargado inicia la algarabía, todas silban y gritan a la vez, y extienden sus majestuosas alas. Hay Búhos, águilas, guacamayas, loros y otra variedad de aves que tienen que ser vistas por todas las personas.
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Las reglas
Como en todo lugar hay normativas que cumplir y el zoológico solo pide cinco reglas sencillas para sus visitantes.
Una es que está prohibido el ingreso de bebidas alcohólicas y drogas, así como el ingreso de animales ajenos al zoológico.
También se prohíbe salir de los senderos, traspasar las áreas de seguridad y darle de comer a los animales.
El parque todavía no cuenta con un mecanismo de salubridad para que extraños le den alimentos a las especies que permanecen el zoológico, por lo que las autoridades piden cumplir con las normas. Y hay un área juegos para niños y cuenta con una mini granja con caballos, cabras, gallinas, patos y cerdos.
Las autoridades del parque piden a los locales, nacionales y extranjeros que los visiten para que el zoológico pueda seguir en funciones y siendo un espacio de diversión familiar y aprendizaje, tal como lo ha hecho durante 43 años.
