Pese a que para ella cada año que pasa aparenta tener siete, Pese a padecer de envejecimiento prematuro, la pequeña ve con optimismo su futuro y se imagina impartiendo clasesatesora en sus sueños un futuro de éxito como maestra de primaria.
La progeria, síndrome de envejecimiento prematuro, le pudo robar su lozanía y rostro infantil para cambiarlo por el de una anciana de 60 años, pero no derrumbó sus ilusiones.
“Yo quiero ser maestra como mi profe del kínder y enseñarle a los niños a pintar, cantar, dibujar, hacer números y letras”, manifiesta con orgullo.
Sus vivaces ojos se iluminan cuando se imagina en las aulas impartiendo clases.
Su madre Diana Gómez la ve con orgullo y comparte con ella ese sueño, aunque sabe que aunque pasen los años su hija no pasará de tener la estatura de una niña.
“Desde hace dos años ella no crece,
su peso se mantiene en libras y al final del día siempre se queja de dolor de huesos y, si se agita mucho, su corazón retumba como tambor”, relata preocupada.
Su dolor se hace más grande cuando Stefani debate sobre la causa de sus enfermedad; “Mami, ¿por qué yo no tengo pelo como las gemelas? -sus hermanas-, ¿por qué Dios me hizo así?”, pregunta cada vez que sus delgadas manos se posan sobre su cabeza calva.
La respuesta de su madre siempre es la misma: “Porque eres especial y única, no hay nadie en este país como tú”.
Esta frase parece consolar a la niña, quien luego cambia de conversación y vuelve a sus juegos.
El caso de Stefani es único en Honduras
pero no está sola, como ella existe un centenar de personas en el mundo que comparten un desalentador pronóstico de vida de apenas 13 años.
Pero en Estados Unidos y Europa se desarrollan estudios para generar fármacos que permitan alargar la vida de esos pacientes.
Es por ello que los padres de Stefani hacen un llamado a las autoridades para que les ayuden a buscar un especialista que trate a su hija.
“Si pudiéramos acceder a medicamentos y ver a un tan solo doctor que nos dé la esperanza de tenerla a nuestro lado por un poco más de tiempo se los agradeceremos con el alma”, manifiesta doña Diana.
Para ayudar
Usted puede comunicarse al 8840-0490 de doña Diana Gómez o llamar al 2236-7877 de diario EL HERALDO.
