La felicidad se dibujó en los rostros de centenares de niños de escasos recursos económicos al recibir útiles escolares nuevos.
Esa alegría fue percibida por Don Lápiz y Don Borrador, los personajes de la Maratón del Saber, quienes recorrieron largas distancias por caminos escabrosos solo para causar este efecto en sus rostros curtidos por el sol.
El equipo de Soli-Diario de EL HERALDO
visitó La Cuesta, una lejana comunidad del municipio de Chinacla, departamento de La Paz. En este lugar donde la pobreza contrasta con la exuberante belleza natural que lo rodea, hicimos la décima primera entrega de materiales educativos.
Encontramos rostros humildes que no pierden los rasgos de la etnia lenca y que son muy parecidos entre sí.
La entrega
Una inusual visita hasta la zona llamó de inmediato la atención de los niños de la escuela Primero de Diciembre, quienes estaban a punto de terminar la jornada de clases. La mayoría de ellos asiste a la escuela sin uniforme y su vestimenta diaria, conformada por ropa sucia y desgastada, cubre ese requisito.
Al presentarnos e informar el motivo de la visita, los niños se emocionaron, a tal grado que nos permitieron subir hasta la cima donde funciona la escuela. La entrega la realizamos al aire libre.
Más de 150 niños que asistían a clases con un solo cuaderno, recibieron kits y mochilas nuevas cargada con útiles escolares.
Superación
Los expresivos ojos oscuros de Mauricio Ventura, un pequeño de primer grado que padece de pie equinovaro, no dejaron de admirar su mochila.
Con afán la abrió y se encontró con la sorpresa de que adentro venían los cuadernos, lápices, colores, sacapuntas, regla y borrador que tanto necesitaba para mantenerse en clases.
Pese a su problema de salud, que lo obliga a arrastrarse por el pedregoso camino que lo lleva al centro educativo, Mauricio no está dispuesto a abandonar la escuela y sueña con ser un gran piloto o doctor. Este menor fue uno de los beneficiados por la Maratón del Saber.
