Tegucigalpa, Honduras.- El proyecto de mitigación de la quebrada La Orejona, ubicado en la capital, presenta un avance del 85 % y se espera que esté finalizado a finales de septiembre, según informó la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
“Actualmente estamos trabajando en la placita y en una de las paredes del muro de la caja número tres”, explicó Julio Quiñonez, coordinador del Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático de la AMDC.
El funcionario agregó que, en cuanto al componente de control de inundaciones, la obra ya se encuentra funcionando al 100 %, brindando protección a los habitantes de la zona.
Una vez concluido, el proyecto beneficiará a miles de capitalinos que residen en sectores vulnerables a desbordamientos durante la temporada lluviosa.
La obra de infraestructura tendrá un costo final de 60 millones de lempiras, provenientes, en parte, de las finanzas de la AMDC y una contraparte del Banco de Desarrollo de Alemania (KFW, por sus siglas en alemán).
Con este proyecto se está beneficiando a más de 9,800 personas y protegiendo a 162 viviendas.
Como parte de esta construcción se incluye un muro de contención que protegerá a las viviendas más vulnerables y cercanas al cauce, una rampa de acceso al canal de concreto, un disipador para controlar la energía del agua, enchapados para evitar filtraciones y un colector de aguas negras.
Los pobladores del sector de Los Jucos, ubicado en el Barrio Morazán, casi todos los años se veían afectados por las devastadoras inundaciones ocurridas en los meses de invierno.
Una de las causas es que sus habitantes fueron construyendo, sin ningún control, sobre el lecho de la quebrada y, por ende, obstruyeron el paso original del cauce.
Además, el cambio climático ha provocado que cada vez los inviernos traigan mayores cantidades de agua, que corren sin control debido a la deforestación de la ciudad.
Este tipo de proyectos busca mitigar los efectos inmediatos de las lluvias y fortalecer la resiliencia urbana frente a fenómenos climáticos como los que sufre las ciudades gemelas de Tegucigalpa y Comayagüela, que se encuentran entre las más vulnerables del mundo.