Tegucigalpa

Preocupa a padres de familia lista de útiles escolares que ronda los L 1,400

Además de los útiles escolares y el uniforme reglamentario, los jefes de familia deben costear transporte y merienda. Educación reiteró que la matrícula en centros educativos públicos es gratuita
09.02.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La alegría y la preocupación son sentimientos que se conjugan en algunos padres de familia al pensar en un retorno a clases presenciales.

Por un lado, está la necesidad de que sus hijos reciban una mejor educación de manera presencial, pero al voltear la moneda se enfrentan con un presupuesto que con dificultad podrán suplir luego de casi dos años de mantener un relativo “descanso” en sus bolsillos debido a que no invirtieron en transporte, merienda, uniformes y útiles escolares porque la educación pasó a ser virtual luego de que en marzo de 2020 las autoridades sanitarias decretaran emergencia, las escuelas cerraran y alumnos, maestros y padres tuvieran que adaptarse a una nueva realidad.

El mortal virus no solo cobró la vida de miles de personas, también dio paso a una crisis económica que se convirtió en una cruz a cuestas para los hondureños. Con la instalación de un nuevo gobierno en el país y el acceso que la población tiene a la vacuna anticovid, el tema de la semipresencialidad ha tomado fuerza. Y aunque desde agosto de 2021 se inició un pilotaje, los centros educativos públicos no estaban incluidos en el plan; en esta ocasión, podrán adherirse a la modalidad, siempre y cuando los centros educativos cumplan con las condiciones hidrosanitarias y se garanticen las medidas de bioseguridad.

De consumarse el retorno a los salones de clases, los padres de familia necesitarán de un presupuesto mínimo que supera los L1,400 para cubrir la lista de útiles básicos.

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Propuestas

En ese sentido, el dirigente magisterial Onán Cálix propone que los educandos asistan a las aulas de civil y de esa forma restar el costo de uniformes a los padres de familia. Además, estima que la lista de útiles debe limitarse a lo necesario, es decir, cuadernos y lápices.

Similar opinión expuso el economista Melchor Gutiérrez al considerar que no es necesario portar un uniforme para acudir a los salones de clases, en vista de la situación actual. El experto reconoció que la economía familiar se verá afectada con los nuevos costos que los padres de familia deberán cubrir, por lo que agregó que es necesario un plan estratégico a largo plazo que se base en un verdadero pilotaje y, a partir de ello, tomar decisiones que no afecten ni la educación ni la economía de las familias.

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Centros educativos públicos como el Instituto Central Vicente Cáceres ya tienen definida una estrategia para las clases semipresenciales que pondrán en marcha desde el próximo 21 de febrero. Y aunque su director Alejandro McCarthy reconoce que esa modalidad representa un golpe a los bolsillos de los padres de familia, no comparte la idea de que los alumnos asistan a clases sin su uniforme, por lo que se deben tomar otras medidas.

Los mercados capitalinos se han convertido en la mejor opción de las familias de escasos recursos económicos para adquirir a un menor precio los uniformes y demás productos escolares. Por ejemplo, don Tito Zúniga, un comerciante del mercado Colón, expresó que se mantiene a la expectativa del retorno a clases.“Nos acomodamos al presupuesto de los padres. Este año no hicimos mucha inversión porque no estamos seguros de si los cipotes irán a las escuelas, pero en otros años, desde enero se nos llenaba y esta vez apenas la semana pasada se empezó a ver el movimiento”, afirmó.

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