Una vez retirados los barandales del emblemático parque La Libertad se procedió a podar los árboles de la zona para devolverle su visibilidad.
Ahora, desde cualquier ángulo los capitalinos pueden apreciar los detalles del lugar como las estatuas a la Libertad y de Juan Ramón Molina.
Las acciones corresponden a la transformación del área en el Distrito Cultural para la ciudad gemela, proyecto que será socializado en noviembre mediante un cabildo abierto.
Arturo Suárez, gerente del Centro Histórico, informó que en esta reunión se espera que los vecinos de la zona aprueben los diseños del proyecto.