Tegucigalpa, Hodnuras.- La magia de la Navidad volvió a los pasillos del Correo Nacional de Honduras con la tradición que mantienen viva los niños que escriben con ilusión sus cartas a Santa Claus.
Honducor revive en cada diciembre la esperanza y emoción en los rostros de los pequeños que llenan sus cartas con dibujos, colores y sueños, escritos con la ilusión de ser escuchados por el santo bonachó allá en el Polo Norte.
Desde el barrio Las Crucitas, la pequeña Amalia Lucía Gómez Cabrera, de 4 años, acudió al correo acompañada de su tía, Lía Cabrera, para dejar en el buzón una cartita con un dibujo de actividades al aire libre en la que plasma su deseo de tener una bicicleta.
“Para mí es un incentivo para los niños a que sepan qué es el Correo Nacional y no perder la tradición de pedir sus deseos a Santa Claus, como yo lo hice cuando era pequeña”, explicó con entusiasmo la tía de Amalia.
Durante la conversación, Lía recordó su propia infancia y su creencia en Santa Claus. Contó cómo esperaba despertar y encontrar regalos bajo el árbol navideño, una tradición que hoy desea transmitirle a su sobrina. Sus palabras reflejan la importancia de mantener vivas las costumbres navideñas entre las nuevas generaciones.
Dylan Gael Antuney López, un niño de 2 años también visitó con su madre Gabriela López el correo desde la colonia La Joya, para dejar su carta. El pequeño, con ternura, expresó "Me gustan las sorpresas y los dulces”.
La madre de Dylan asegura que, aunque su hijo aún es pequeño, esta vivencia se quedará guardada en su memoria futura.
El director general de Honducor, David Zelaya, expresó con emoción que “enviar una carta a Santa significa ilusión, esperanza, esa alegría inmensa que los niños reciben”.
El funcionario recordó que ni los tiempos difíciles han frenado el espíritu navideño: “Ni siquiera la pandemia detuvo esta actividad; la ilusión siempre estuvo ahí”.
Las cartas a Santa reafirman que los sueños escritos por mano de un niño siguen teniendo un poder especial. Cada dibujo, cada deseo y cada palabra se convierte en una chispa que ilumina la Navidad hondureña.
Honducor recordó a la población la importancia de confiar en los servicios postales y de mantener viva la tradición de enviar cartas.
Cada diciembre, es una nueva página en la Navidad hondureña que llena corazones de ilusión y reafirma que la magia existe, especialmente cuando se mira a través de los ojos de un niño.