Tegucigalpa, Honduras.- Cientos de niños que asisten a la Escuela Las Américas, en la colonia Centroamérica Oeste, viven en riesgo constante debido al colapso de varias cloacas y la expansión de un socavón frente al centro educativo.
La emergencia, provocada por el desbordamiento de tres sistemas de alcantarillado, ha convertido varias calles en ríos de aguas negras, afectando gravemente la movilidad, la salud pública y la infraestructura en la zona uno de la colonia.
Frente a la escuela se ha formado un socavón que, según vecinos, crece cada día debido al constante flujo de aguas residuales. El temor de los residentes es que la tierra siga cediendo y termine por colapsar parte de la calle o incluso las instalaciones del centro educativo.
Encerrados y sin poder respirar aire limpio, así se han mantenido por más de dos semanas los vecinos, específicamente los que viven en la zona uno, debido al colapso de tres sistemas de alcantarillado.
“Eso ya se siente que se va a desbordar. Si hacen un estudio ahí, se nota un agujero profundo al lado de la calle. Detrás está la escuela, y eso nunca ha sido atendido”, advirtió Patricia Domínguez, comerciante afectada.
El hundimiento lleva más de cinco años sin recibir intervención por parte de las autoridades, pero ahora, con el colapso del sistema de alcantarillado, el peligro es inminente.
Un joven residente, que prefirió no dar su nombre, alertó sobre la exposición diaria de los menores.
“Pasan por aquí más de 400 niños todos los días para ir a la escuela. Es un riesgo enorme. Ya no es solo el mal olor o el agua sucia, es el peligro de un derrumbe”, dijo preocupado.
Además del riesgo estructural, las aguas negras representan una amenaza directa a la salud. Contienen bacterias y virus que pueden causar enfermedades intestinales, respiratorias y cutáneas. Los menores, al estar en etapa escolar y en contacto constante con el entorno, son los más vulnerables a estos agentes.
Vecinos denunciaron que hace una semana una cuadrilla de la Unidad Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (UMAPS) llegó al lugar, pero no resolvió el problema.
“Nos dijeron que el daño no estaba ahí, que iban a volver. Pero no regresaron”, explicó Domínguez.
Según los residentes, la raíz del problema está en una tubería matriz, ubicada en un basurero dentro de la colonia. Un directivo del patronato se ofreció a mostrar la ubicación, pero los técnicos se negaron.
Los negocios en la zona también están cerrando, y muchos vecinos evitan salir de casa por temor a enfermedades. Las calles están contaminadas y el hedor es insoportable.
“Pedimos que las autoridades nos ayuden, pero esto lleva años. Ya no podemos más”, expresó Domínguez.
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